En febrero, Donald Trump firmó una orden ejecutiva por la que se excluye a los hombres de los deportes femeninos. Pese al mandato, varios estados demócratas están siendo investigados por negarse a cumplir con la ley.

Declaró que es política de Estados Unidos "retirar todos los fondos de los programas educativos que privan a las mujeres y niñas de oportunidades deportivas justas". 

Y desde ese momento, la cordura se ha ido imponiendo, no obstante, la lucha no está siendo fácil, Trump cuenta con los ciudadanos, cansados de la injustica, pero siempre hay progresistas dispuestos a poner piedras en el camino.

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Los resultados de la política Trump se empiezan a notar, por ejemplo en el atletismo, donde la federación Internacional de Atletismo ha prometido test para asegurarse de que todas las mujeres que participen en categorías femeninas sean mujeres de verdad. 

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Y ahora, el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) actualizó su política de elegibilidad para atletas, ajustándose a la orden ejecutiva del republicano. 

Así, prohíbe la participación de mujeres transgénero en deportes femeninos. Este hecho representa un cambio en la normativa que afecta a todas las federaciones deportivas nacionales del país. La nueva directriz atiende a una “Política de Seguridad para Atletas”. 

“El USOPC continuará colaborando con diversas partes interesadas con responsabilidades de supervisión, por ejemplo, el COI, el CPI y los órganos nacionales de gobierno, para garantizar que las mujeres tengan un entorno de competición justo y seguro conforme a la Executive Order 14201 y la Ley Olímpica y de Deportes Amateur Ted Stevens”.

Esta política hace que todo el sistema olímpico estadounidense tenga la obligación de adherirse a la directriz nacional, en lugar de permitir que cada federación defina sus propios criterios.