Por intervenciones como la de ayer martes en el Senado una se explica el motivo por el que Fernando Grande-Marlaska lleva desde el principio siendo ministro y hombre de confianza de Sánchez. El titular de Interior, ni corto ni perezoso, censuraba que el PP aliente un discurso "distópico" sobre la okupación de viviendas en España cuando los delitos de allanamiento de morada "no llegan ni al 1% de las denuncias y en esos casos el desalojo es inmediato".

El senador del PP Luis Martínez-Portillo aprovechaba la sesión de control en la Cámara Alta para criticar que su proposición de ley para agilizar los desalojos de 'okupas' siga bloqueada en el Congreso, lo que hace que las "mafias estén protegidas" y que el 57% de las víctimas ya ni denuncien. Algo que, por otro lado, es completamente cierto. 

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Lo que provocaba que Marlaska contestara con lo del 1% y preguntando: "Seamos sinceros, ¿usted se cree que no hubiera una contestación social si uno sale de su casa y de repente todos los días, cuando llega de comprar el pan o de trabajar, se encuentra a alguien?".

La clave es ese 1%... de las denuncias. Ya hay que tener cara. Volvemos a estar en otro ejemplo como el de hace unos días con Isabel Rodríguez: "Hay más riesgo en perder el móvil que de que te okupen la casa, por eso nunca te regalan el seguro del móvil". Las denuncias de okupación solo son el 1% de todas las denuncias... Evidentemente señor ministro, entre robos, violaciones, agresiones... pues sí, es 'solo un 1%'. Ahora bien, ¿cuántos casos son en total? ¿Hay algún otro delito que esté amparado por la Ley? 

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Aunque claro, no es la primera vez que Marlaska esgrime uno de estos argumentos peregrinos, recuerden su: “No es que alguien baje a por el pan y al volver encuentre su casa ocupada”.

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