España es el país más odiado por los musulmanes. Les paró en su camino hacia Europa. La cosa costó 700 años, y les frenó en el Mediterráneo en menos de 24 horas, en la batalla de Lepanto. Le salvaron dos hombres; Juan de Austria, batallando en el golfo griego y el Papa Pío V rezando el Santo Rosario en el Vaticano. España tierra de María, detuvo a los musulmanes por tierra y por mar.
Pero como los españoles somos idiotas tuvo que ser un inglés, Chesterton, quien cantará la gloria de Lepanto, propia de un país que pensaba en Dios antes que en sí mismo y para el que era prioritario salvar la civilización cristiana.
Por contra, ahora vivimos en permanente estado de guerra civil y carecemos de tiempo para sacrificarnos por los demás, como hicimos en Lepanto... y así nos va.