Consejo de Ministros del viernes 22 de febrero. En rueda de prensa, han comparecido la ministra portavoz, Isabel Celaá, y la titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y no ha faltado cierto tono electoral, pues la legislatura se acaba y las generales del 28-A se acercan. La ministra ‘verde’ ha anunciado que la transición energética ahorrará más de 35.000 millones de euros entre 2020 y 2030, ¿a que no?

Una cifra que resulta cuanto menos curiosa, porque miren por donde, el déficit de tarifa llegó a superar los 30.000 millones y tenía como componente principal las cuantiosas subvenciones que recibieron las energías renovables. Eso sí, la ministra más ‘verde’ se ha afanado en resaltar que la transición energética “es un programa de Gobierno” y no una agenda de un Ministerio concreto, “una propuesta sólida y transversal que afecta a todos”. Aunque no hay que olvidar que también es electoral, de hecho, hace dos días, el presidente, Pedro Sánchez, se adelantó presentando los tres pilares (el anteproyecto de Ley de Cambio Climático, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 y la Estrategia de Transición Justa) que han sido aprobados este viernes. Y ante los cuales, ANFAC ya ha trasladado "su preocupación ante la prohibición de los motores de combustión” (ver documento adjunto). 

El déficit de tarifa llegó a superar los 30.000 millones y, sobre todo, tuvieron la culpa las cuantiosas subvenciones a las renovables

Y por cierto, Ribera defiende que “no es un brindis al sol, sino una agenda que se está abriendo camino”, a pesar de la oposición de EEUU. Veremos… puesto todos sabemos que las medidas quedarán en papel mojado con la disolución de las Cámaras el próximo 5 de marzo. Junto al supuesto ahorro de la apuesta verde, ha señalado que España reducirá su dependencia energética, ahora 20 puntos superior a la europea, del 74% al 59% y que se movilizarán 230.000 millones de recursos en la próxima década. Todo ello, para impulsar las renovables, así como el ahorro y la eficiencia energética, creando entre 250.000 y 350.000 empleos adicionales a los que habría sin plan y logrando “reducir un 35% las muertes causadas por la contaminación atmosférica”.

Por cierto, esta transición energética tiene una derivada que conviene mencionar: la transformación digital del sistema financiero a través de la creación de un sandbox (espacio controlado de pruebas) que durará un año. Tras este periodo, el Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones valorarán los resultados. Además, esta la Agenda Urbana, a cargo del Ministerio de Fomento.

El plan verde es un programa de Gobierno y... también electoral, porque la legislatura se acaba y las generales del 28-A se acercan 

Y todo esto, mientras Sánchez fomenta el guerracivilismo: visitará la tumba del que fuera presidente de la Segunda República, Manuel Azaña, en Montauban (Francia), el próximo domingo. Un viaje para homenajear “la memoria democrática de España” y “muy emocional” porque también visitará la tumba del poeta Antonio Machado, en Collioure, y la playa de Argelès-sur-Mer, lugares que alojan “el sentimiento político del exilio”, según avanzaron fuentes gubernamentales y ha confirmado este viernes la propia Celaá.

Claro que la ministra portavoz apunta a otros en lo que respecta a la política de confrontación, en concreto, a Ciudadanos y al viaje de Inés Arrimadas a Waterloo. Un acto que considera “una insensatez” y más ahora que el Tribunal Supremo está realizando su tarea, pues sólo servirá para “internacionalizar la tensión” sobre Cataluña en vez de curar “el daño causado por el independentismo”. Y por cierto, no ha perdido la ocasión de subrayar que “la ultraderecha (o sea, Vox) está acompañada y respaldada por otras dos fuerzas de la derecha (PP y Cs), algo que es difícil de ver en Francia y Alemania”, eso sí, sin decir los nombres de los partidos, parece que ha visto la saga de Harry Potter y se ha aprendido bien eso de que el malo es El que no debe ser nombrado.

Celaá carga contra Ciudadanos por el viaje de Arrimadas a Waterloo y contra la ultraderecha, apoyada por la derecha, pero sin dar nombres

Y cómo no, también se ha hablado de la momia de Franco por el manido tema de la exhumación, presumiendo de haber “cumplido” el procedimiento administrativo, que ha sido “más largo de lo que este Gobierno imaginó por garantista. Ojalá las víctimas hubieran tenido las mismas garantías que la familia de Franco”. Además, Celaá se ha referido al bloqueo de la subvención de 340.000 euros a la Fundación Santa Cruz del Valle de los Caídos por parte de Patrimonio Nacional (que depende de Vicepresidencia, o sea, de Carmen Calvo): “Me imagino que por razones obvias. No sé si estaba cumpliendo con lo que significaba la justificación de esa subvención”.

Por último, la ministra portavoz ha insistido en mandar tranquilidad porque “es un Gobierno serio y cuidadoso”. Y en relación al gasto, ha advertido: “Que no se preocupe nadie, este Gobierno, que piensa continuar, va a hacer las cosas como tiene que hacerlas”. De hecho, quieren seguir trabajando hasta el 28-A e intentan derogar la reforma laboral vía Real Decreto Ley con consenso: quieren recuperar la ultraactividad de los convenios (o sea, que si uno vence y no hay acuerdo para renovarlo, siga vigente), que el convenio sectorial prime sobre el de empresa -estos dos aspectos gustan a los sindicatos- y el control de horarios, pero no entran en el tema de los despidos y con cuántos días se hacen las indemnizaciones (se redujeron de 45 días por año trabajado a 33 para los contratos firmados a partir de febrero de 2012) . Esto último es más importante.