En pleno proceso de adelgazamiento infinito, Sacyr celebró su Junta General de Accionistas, en la que pudimos ver a su presidente, Manuel Manrique, más combativo que nunca, afeando al Gobierno que no tomara ya una decisión e implantara el pago por uso en las carreteras españolas.

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Lógico, el Grupo ha pasado de constructora a concesionaria que tiene construcciones, que cada vez son menos, por lo que la petición de Manrique se entiende perfectamente. Seguimos con el proceso de adelgazamiento infinito, ha vendido Portugal, Aguas, Servicios… 

Y en este contexto tenemos a Pedro Sigüenza CEO y a Manrique presidente, y aquí llegamos a los más importantes en Sacyr. Los que siguen mandando son Carceller y Loureda, primer y tercer accionista de Sacyr, con el 14,59% y el 7,34%, respectivamente. Y las dos grandes preguntas siguen siendo: primero, cuándo se jubilará Manrique, y segundo, qué piensa hacer Demetrio Carceller. Efectivamente, tras la marcha de Luis del Rivero, el otro fundador de Sacyr, así como de la salida de Juan Abelló, el futuro de la compañía está en manos de Carceller, el hombre de Damm.

La solución no es sencilla, principalmente porque la que fuera una de las grandes constructoras españolas, actualmente sólo tiene un activo: las concesiones, que ya representan el 92% de su Ebitda, y parece que el negocio funciona, elevando sus ingresos un 4,6%, hasta los 3.412 millones de euros; y un 7,4% su resultado bruto de explotación (Ebitda), que fue de 1.017 millones de euros.

La mala noticia viene del beneficio neto atribuible que desciende en los nueve primeros meses de 2025, lo hace un 16%, quedándose en los 62 millones de euros, debido a la venta de las tres autopistas en Colombia. La compañía aclara que si se descontaran esas desinversiones, el beneficio hubiera aumentado un 81%, hasta los 134 millones de euros. El flujo de caja en este periodo alcanzó los 890 millones de euros, un 11% superior al del año pasado.

El área de Concesiones creció un 2% en ingresos, gracias a la cifra de negocios procedente de la construcción de los activos, que subió un 37%, que contrarrestó la caída del 8% de los ingresos operativos. Su Ebitda bajó un 9% por el impacto contable de la evolución de los activos financieros. En Ingeniería e Infraestructuras, su estrategia es poner el foco en el control y reducción de riesgos en proyectos para terceros, por lo que el peso de la cartera para Sacyr Concesiones se sitúa ya en el 71%, con unos ingresos un 12% superior y un Ebitda un 42% más que hace un año. El margen de rentabilidad se mantuvo en el 4,8%. En cuanto a la actividad de Agua, sus ingresos se elevaron un 17%, hasta los 212 millones de euros, y su Ebitda un 23%, hasta los 46 millones, con un margen del 21,5%, superior al 20,6% del año anterior.

En el plano financiero, la deuda neta con recurso se situó en 344 millones de euros a cierre de septiembre, lo que implica no superar en una vez la ratio de deuda frente a Ebitda con recurso más distribuciones, uno de los objetivos de su plan estratégico. No obstante, esta deuda neta con recurso se disparó un 136%, hasta los 344 millones, por la entrega de dividendos.