La crisis mundial del automóvil, la cual surgió por culpa del vehículo eléctrico (dada su baja demanda, sus altos costes de producción y la alta competencia china) y se ha extendido al resto del sector, sigue mostrándose, ahora en la Unión Europea. Aquí fabricantes y proveedores han advertido que la hoja de ruta hacia el objetivo de cero emisiones es “inviable” hoy por el contexto geopolítico, económico y de mercado. Es decir, que no es viable prohibir nuevos vehículos de motor de combustión en 2035 ni tampoco cumplir los objetivos de CO2 establecidos para ese año y para 2030, como se había planeado en un principio.
Desde la asociación ACEA (la cual agrupa a 16 fabricantes de vehículos que están presentes en Europa -concretamente, a BMW, DAF, Daimler Truck, Ferrari, Ford, Honda, Hyundai, Iveco, Jaguar Land Rover, Mercedes-Benz, Nissan, Renault, Stellantis, Toyota, Volkswagen y Volvo-) y la asociación CLEPA (que representa a proveedores de automoción), se ha remitido una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En la misiva, los presidentes de ACEA y CLEPA, Olla Källenius y Matthias Zink , respectivamente, han advertido que “la UE corre el riesgo de perder el rumbo en su transición automotriz”. Y ojo, no se puede obviar que los tres son alemanes ni que Källenius también es CEO de fabricante automovilístico alemán Mercedes-Benz y que Zink es director general de Transmisión y Chasis en el proveedor alemán Schaeffler.
Ambas asociaciones han destacado que “el plan de transformación para la industria automotriz debe ir más allá del idealismo y reconocer las realidades industriales y geopolíticas actuales”. Asimismo, han referido que “una descarbonización exitosa implica ir más allá de los objetivos de vehículos nuevos”, como se pretende con el plan de prohibir los de combustión en 2035, y que lo que se debe hacer es abordar también las emisiones de la flota automovilística actual a través de impulsar su renovación, dar más incentivos fiscales y de compra, e incorporar medidas específicas para camiones y autobuses.
Tanto ACEA como CLEPA quieren que la transición funcione, “pero nos frustra la falta de un plan político integral y pragmático para la transformación de la industria automotriz”, y se quejan de que se les pide que se transformen “con las manos atadas”. Entre las medidas que proponen, además de incentivos de demanda, se recogen: menores costes de energía para la carga, reducciones de impuestos, una normativa europea “más sencilla y ágil para reducir la burocracia”, desarrollar alianzas estratégicas a largo plazo y fomentar las condiciones para invertir en las cadenas de valor de baterías, semiconductores y materias primas críticas. Además, han criticado la excesiva dependencia de Asia que tiene Europa en el tema de las baterías y los aranceles del 15% a las exportaciones de vehículos a EEUU.
Las peticiones de ACEA y CLEPA no son baladí y quieren que se tengan en cuenta en la reunión del próximo 12 de septiembre sobre el futuro del sector europeo del automóvil, la cual ven como “la última oportunidad de la UE para ajustar sus políticas a las realidades geopolíticas, económicas y del mercado actuales, o arriesgarse a poner en peligro una de sus industrias más exitosas y competitivas a nivel mundial”.
Y es que la citada transición automotriz en la UE va a paso lento. Las matriculaciones de vehículos 100% eléctricos sólo representa el 15,6% (1,012 millones de unidades) del total de 6,491 millones que se han vendido en los siete primeros meses del año, según los últimos datos de ACEA. Sin embargo, las matriculaciones de vehículos con motor de combustión (gasolina y diésel) aún suponen el 37,7% del total, eso sí, 10,2 puntos menos que hace un año (47,9%); y les siguen los híbridos, con una cuota del 34,7%; mientras que los híbridos enchufables sólo representan el 8,6% del total.
Por grupos automovilísticos, el alemán Volkswagen, Stellantis (que tiene su sede en Países Bajos y surgió en 2021 de la fusión del galo PSA y el italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles) y el francés Renault se mantienen en el podio de ventas: Volkswagen, con 1,78 millones de vehículos (+3,8%), a pesar de los descensos de las marcas SEAT (-20,5%), Porsche (-15,1%) y Audi (-3,4%); Stellantis, con 1,047 millones (-9,9%); y Renault, con 744.962 (+5,6%). Eso sí, el grupo chino BYD es el que más ha aumentado las ventas en la UE en los siete primeros meses, con 58.434 unidades, un 251,3% más que hace un año; seguido del chino SAIC Motor (dueño de la marca MG), con 123.790, un 30,8% más. Mientras que en el lado de los descensos la medalla ha sido para Tesla, el fabricante estadounidense de coches eléctricos que dirige Elon Musk, con 77.746, un 45,5% menos.