La muy progre Hewlett-Packard (HP) insiste en destruir empleos, y ahora lo hace por culpa de sus inversiones y el uso de más herramientas de Inteligencia Artificial (IA). Por ello, ha anunciado, nada más y nada menos, que hará entre 4.000 y 6.000 despidos, a pesar de haber elevado ingresos en su último ejercicio fiscal (noviembre de 2024 a octubre de 2025).

Recuerden que HP se separó de la antigua Hewlett-Packard el 1 de noviembre de 2015, por tanto, hace ya más de 10 años, y se dedicaba al hardware, mientras que la otra compañía se pasó a llamar Hewlett Packard Enterprise (HPE) y se especializó en software. El español Enrique Lores (60 años) fue un “arquitecto clave” en la división, pero curiosamente cuando se puso al frente de HP el 2 de noviembre de 2019 empezó a apostar por una transformación para pasar del hardware tradicional a centrarse más en el software y los servicios. Y por ello, inició una reestructuración para eliminar entre 7.000 y 9.000 empleos en un trienio...

Ahora va a dar un nuevo tijeretazo a la plantilla, pues despedirá entre 4.000 y 6.000 trabajadores, lo que supone entre un 6,9% y un 10% de la plantilla total, que asciende a 58.000), hasta octubre de 2028. Su excusa es la rebaja de costes en unos 1.000 millones de dólares (862,6 millones de euros) y el mayor uso de la IA para acelerar el desarrollo de producto y software, así como automatizar el soporte a clientes y otros procesos internos. Y encima, Lores ha presumido de que piensan que la IA “es una oportunidad única que no podemos desperdiciar para continuar transformando la compañía y seguir siendo competitivos en los próximos 10 o 20 años”. Además, HP está afrontando mayores costes en su negocio informático por el encarecimiento de los chips de memoria, ante el aumento de la demanda de productos y servicios de IA.

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En su último ejercicio fiscal, el fabricante estadounidense de ordenadores e impresoras ha aumentado sus ingresos un 3,2%, a 47.699 millones de euros, respecto a los del anterior ejercicio. De estos, los sistemas personales han aportado 33.239 millones (+6,5%) y la división de impresoras y reprografía, 14.408 millones (-3,7%). Mientras que los gastos en costes de producción, I+D, venta o administración han ascendido a 44.961 millones (+4,8%).

Por su parte, el beneficio neto ha bajado un 8,9%, a 2.182 millones, aunque resulta más digerible que el desplome del 21% que registró en su primer semestre fiscal (noviembre a abril). Eso sí, pese al anuncio de los nuevos miles de despidos, su presidente y CEO, Enrique Lores, ha destacado que los resultados “refuerzan el poder de nuestra cartera y la solidez de nuestro equipo en un entorno dinámico”. “A medida que aceleramos la innovación en los dispositivos basados en IA que impulsan la productividad, la seguridad y la flexibilidad de nuestros clientes, nuestro objetivo para 2026 es centrarnos en una ejecución disciplinada”, ha explicado Lores. Además, subirá el precio de sus ordenadores y trabajará más con proveedores más baratos para bajar sus costes.

HP no sólo ha visto reducirse su beneficio, sino que también ha dado unas previsiones para el ejercicio fiscal 2026 más débiles que las del consenso de analistas. Sin embargo, ha subido el dividendo a 0,30 dólares (0,26 euros) por acción, que repartirá el próximo 2 de enero. Eso sí, esto último no ha tenido mucho eco bursátil, pues la cotización sólo se ha movido al alza un 0,54%... y no hay que olvidar que en los últimos seis meses se ha disparado un 80%, aunque en lo que va de año se ha depreciado un 16% y en los últimos 12 meses la devaluación alcanza el 20%. 

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