Margarita Robles insiste en que el Gobierno debería nacionalizar Indra y poseer el 100 por 100 de la compañía, de la misma manera que posee el 100 por 100 de Navantia. Sólo que Pedro Sánchez se niega en redondo.
El presidente prefiere premiar a quienes, en un futuro, podrán pagarle el favor. El Sanchismo está en agonía -aunque nadie duda de que podría aguantar así algún tiempo- y, por ello, lleva ya un tiempo intentando colocar a los suyos y crear con el presupuesto una red de estómagos privados agradecidos.
Pública o privada, si hay paz en Ucrania a lo mejor la SEPI recupera el buen juicio en Indra y Navantia, cuyo objetivo sólo puede ser uno: servir al ejército español y participar en la defensa europea... no enriquecer a empresas privadas
Mientras, el plan de paz de Trump para Ucrania se va imponiendo... y las empresas de armamento se derrumban en Bolsa. Si no hay guerra, no hay negocio. Así, se ha propiciado un buen momento para que los hermanos Escribano lancen su operación abyecta, es decir, la compra de la EME que poseen por la Indra que presiden.
Y es que Indra se estaba disparando en bolsa y así no hay manera de que el canje de acciones beneficie a EME, es decir, a los Escribano. El valor de su empresa EME ya se ha inflado un montón. Los Escribano aspiran a hacerse con un 25% del capital de Indra por intercambio de acciones. Al precio actual, eso significa inflar el valor de EME hasta niveles inadmisibles.