En este contexto de crisis mundial del automóvil, donde Ferrari hace unas semanas que dejó de ser la excepción al rebajar sus previsiones anuales... ahora recibe una alegría. Y es que acelera en bolsa (+3,4%), tras elevar rentabilidad e ingresos en los nueve primeros meses del año.
El fabricante italiano de coches deportivos de alta gama tiene como primer accionista a la familia Agnelli (a través del vehículo inversor Exor), al igual que sucede en otros grupos del sector, como: Stellantis, CNH Industrial e Iveco.
Entre enero y septiembre, los ingresos han crecido un 8%, a 5.344 millones de euros. Esto se debe, en parte, a los precios de sus vehículos, pues sus ventas sólo se han incrementado un 1%, pasando de 10.427 unidades a 10.488.
Eso sí, Ferrari tiene razones para sonreír en relación a sus resultados, pues ha elevado su rentabilidad. El beneficio bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 2.072 millones (+8%) y el beneficio operativo (ebit) ha aumentado un 12%, hasta 1.597 millones, y el margen operativo ha pasado del 28,7% al 29,9%. Por su parte, el beneficio neto se ha incrementado un 7%, a 1.219 millones.
Por ahora, España sortea la crisis mundial del automóvil en lo que a matriculaciones se refiere, pero no escapa a la colonización de las marcas chinas. Entre enero y octubre, Ferrari ha vendido 89 vehículos en nuestro país, un 32,8% más que hace un año, cuando la cifra fue de 67.
Y en paralelo, en la Fórmula 1, Ferrari no va a toda velocidad: sus pilotos, Charles Leclerc y Lewis Hamilton (ya hasta se rumorea que no va a ser renovado), ocupan el quinto y el sexto puesto del mundial, respectivamente. Además, la escudería es la segunda en el mundial de constructores, con 356 puntos... y muy lejos de McLaren (713 puntos).