Tan solo seis días ha tardado el Supremo en decidir: el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, es culpable revelar información confidencial concerniente a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador.
La condena: dos años de inhabilitación para el desempeño de un cargo público, pagar diariamente una multa de 20 euros durante 12 meses y 10.000 a pagar a González Amador por los daños morales ocasionados. García Ortiz se convierte así en el primer Fiscal General del Estado condenado, porque Sánchez y su Gobierno son históricos, y esto es un hito más.
La sentencia ha sido dictada por una mayoría aplastante de los miembros del tribunal: cinco votos a favor y dos en contra. Las magistradas Ana Ferrer y Susana Polo son las que han ido contra el criterio mayoritario y han anunciado voto particular.. Además, Susana Polo ha renunciado a la redacción de la ponencia, la cual ha recaído en el presidente de la Sala Segunda, Andrés Martínez Arrieta.
Pobre Sánchez, él con su celebración del 20N y llega el Supremo y le agua la fiesta. Y eso que, después de ver y oír lo que no sale en el juicio, aún estaba más seguro de la inocencia de Ortiz: "¿Quién va a pedir perdón al fiscal general del Estado?", decía Sánchez, ¿quién pide ahora perdón, Pedro?
