Decíamos ayer que Podemos y Adelante Andalucía habían organizado un escrache contra la presentación del libro 'Esto no existe', de Juan Soto Ivars, que expone las denuncias falsas. El periodista estima que más de 750.000 hombres podrían haber sido afectados desde 2006.
Este ha sido el resultado del llamamiento al boicot, por parte de la izquierda... al que se han sumado las críticas de la consejera de Igualdad del Gobierno andaluz, del PP: activistas de grupos feministas en el vestíbulo del recinto, gritando insistentemente «vergüenza, mentiroso o fuera machistas, de nuestra biblioteca»; tras lo cual al persistir la protesta, numerosas personas que habían acudido a ver al autor han coreado el lema de «Pedro Sánchez, hijo de p», reprochándoles que no protesten en la sede del PSOE y recordando la libertad de expresión.
No sé si han ido a manifestarse contra Soto Ivars por su libro o por las pensiones. pic.twitter.com/tCNj1ob8HD
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) December 4, 2025
Y así explicaba el propio Soto Ivars, en el programa de Iker Jiménez, cómo vivió lo sucedido.
💥Juan Soto Ivars @juansotoivars cuenta lo sucedido en la promoción de su libro en Sevilla "Hoy hemos tenido una presentación en la que teníamos un montón de gente dentro, muchas víctimas de las denuncias falsas, y fuera 30 chifladas gritando" #Horizonte pic.twitter.com/Pn4mqEPmyT
— Jali #STOPokupas (@jaliroller) December 5, 2025
Mientras, el ministerio de Igualdad el Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha una iniciativa para tratar de eliminar el uso del término "Charo". El Instituto de las Mujeres ha elaborado un informe de 30 páginas que analiza el origen, propagación y efectos de esta expresión, considerada por el ministerio de Ana Redondo como un mecanismo de "silenciamiento" de las mujeres en los entornos digitales.
El informe recuerda que el término comenzó a popularizarse cerca de 2011 para ridiculizar a mujeres solteras, supuestamente "amargadas o vinculadas a la administración pública y al feminismo". Su popularización dio lugar a términos derivados como "charía" o "charocracia", que muchos defendieron como bromas y juegos de palabras. Para Igualdad, no se trata de humor, sino de un estereotipo misógino que construye "una figura grotesca" y que sirve para deslegitimar la participación política de las mujeres en redes.
La directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández, advierte de que los ataques que aparentan ser chistes o simples opiniones forman parte de "un ecosistema de violencia simbólica" que pretende frenar avances en igualdad.
De lo sucedido en la presentación del libro de Soto Ivars, ni palabra.