Día tras día publicamos casos de okupación y mostramos la caradura y la impunidad de los 'vulnerables' protegidos por el Gobierno, que carga a los ciudadanos con la responsabilidad de mantener a los que no pueden acceder a una vivienda por su gran Ley de Vivienda. Y como era de esperar, los españoles empiezan a cansarse. Lo vimos hace unas semanas con las medidas a la desesperada que estaban llevando a cabo ciudadanos: desde tapiar puertas, a demoler la vivienda aprovechando una salida del okupa. 

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Un nuevo ejemplo llega desde Cataluña, en el Ayuntamiento de Torelló, donde centenares de vecinos han entrado y han tomado asiento en el pleno, los pasillos y escaleras, todo para protestar por los casos de okupación que asolan la localidad. 

Los vecinos exigieron explicaciones y la dimisión del alcalde de Esquerra Republicana, Marçal Ortuño i Jolis y a la concejala de Seguridad, Elisabet Viñas i Villena. Gritos y tensión durante todo el pleno, la situación ha estallado tras la publicación de una grabación en la que un agente de la Policía Local admite que no se puede controlar al grupo de okupas. 

"Se ríen de nosotros. Nos echan. Si no queremos sufrir daños nosotros, no podemos ir…", dice un agente a una vecina que había llamado para pedir ayuda. 

Ortuño ha explicado a los vecinosque las opciones que tienen las autoridades a su disposición para acabar con el problema son escasas, además, tampoco pueden aumentar la plantilla policial: "Estamos atados de pies y manos". 

Por su lado, la concejala ha llamado a la unidad para acabar con el problema: sólo 50 son "delincuentes". "Debemos ir todos a una", ha pedido, además de referirse a los okupas como el "enemigo común" de los vecinos, la policía y el Ayuntamiento de la localidad catalana.

Peleas, consumo de drogas, robos son el día a día de los okupas de la calle Sant Josep, que está acabando con la paciencia de los vecinos. 

Claro, que siempre hay quien ve las cosas de otra manera...