Una semana más, Hispanidad realiza una crónica recogiendo las últimas informaciones sobre la persecución -incluso genocidio- contra los cristianos, una realidad silenciada en muchos medios y en muchos gobiernos occidentales.
Como apuntamos la semana pasada, el contexto de esta persecución a los cristianos es que ésta está aumentando, tal y como recogen varios informes. Por ejemplo, uno de Puertas Abiertas (que analiza el periodo de octubre de 2022 a septiembre de 2023) asegura que un total de 365 millones de cristianos sufren persecución en el mundo, cinco millones más que el año pasado, lo que supone que uno de cada siete es perseguido a nivel global.
Por su parte, el Observatorio sobre Intolerancia y Discriminación contra Cristianos en Europa (OIDAC) cifra en un total de 2.444 los crímenes de odio de carácter anticristiano, cometidos en 35 países europeos, durante el año 2023.
Mientras que Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) publicó su habitual informe sobre libertad religiosa, referido al año 2023, en el que revelaba que la persecución por causa de la fe se ha agudizado y también ha aumentado la impunidad en 61 de los 196 países del mundo.
Y todas estas alarmantes cifras -que no se repiten con ningún otro colectivo del mundo, insistimos-, ante el silencio de muchos en Occidente…
Así las cosas, nuestro primer destino esta semana es Irán, cuyo contexto de persecución religiosa es el siguiente: según el citado informe sobre libertad religiosa de ACN, referido al año 2023, de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en ese país rige la ley islámica (sharía), que dificulta la conversión desde el islam a cualquier otra religión y por la que los jueces pueden castigar con la pena de muerte una conversión dese el islam a otra religión.
De hecho, el Gobierno califica como musulmán a todo iraní que no pueda demostrar que él o su familia eran cristianos antes del año 1979. Además, el Código Penal del país prohíbe la blasfemia contra el islam bajo pena de muerte. Y, además de todo ello, en la práctica las autoridades islamistas persiguen a los cristianos por el hecho de serlo y no pueden practicar su fe libremente, con la excusa de que socavan los valores islámicos y desestructuran a las familias iraníes… Es más, reciente informes de la ONU denuncian que las autoridades islamistas califican a los creyentes en Jesús como “traidores” y “ratas inmundas”…
Así las cosas, según informa Puertas Abiertas, 43 cristianos fueron arrestados recientemente, por el Ministerio de Inteligencia iraní, después del alto el fuego con Israel.
Algunos de ellos fueron acusados de tener o distribuir Biblias y otros fueron represaliados con la excusa de supuestas colaboraciones con “estados hostiles”, como Estados Unidos o Israel.
Nos vamos a la India, país del que Hispanidad viene destacando que gobierna el partido ultranacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), de carácter nacionalista-panteísta, el del actual presidente, Narendra Modi, y un partido que o bien se dedica a perseguir a los cristianos o bien lo fomenta o bien hace la vista gorda cuando ello sucede.
El contexto de la persecución a los cristianos en la India es el siguiente: según el informe de ACN sobre libertad religiosa, referido al año 2023, en muchos estados de ese país están vigentes las «leyes anticonversión», que, con la excusa de perseguir un supuesto proselitismo de otras religiones, en la práctica prohíben la conversión desde el hinduismo a esos otros credos para evitar que el país pierda su carácter hinduista.
Pero también se producen muchos ataques violentos por parte de grupos extremistas hindúes contra los cristianos.
En la India también existen leyes antiblasfemia, que se imponen con frecuencia contra cristianos que supuestamente critican el hinduismo durante su labor evangelizadora...
Así, por ejemplo, según informa Asia News, en el estado de Maharashtra, los nacionalistas hindúes califican despectivamente de “criptocristianos” a aquellos creyentes en Jesús que, según ellos, ocultan su conversión al cristianismo para no perder las ayudas públicas que reciben por el hecho de formar parte de una de las castas desfavorecidas.
El ministro principal del estado, Devendra Fadnavis, declaró el pasado 17 de julio: “El gobierno tiene la intención de introducir medidas contundentes para estos casos y pronto tomaremos una decisión al respecto”.
Este tema ha llegado hasta el punto de que el diputado local del BJP, Gopichand Padalkar, ofreció recientemente una recompensa económica a quienes cometan actos de violencia contra sacerdotes cristianos y misioneros involucrados en supuestas “conversiones forzadas”.
En declaraciones a AsiaNews, el cardenal Oswald Gracias —arzobispo emérito de Mumbai—, señaló: “La Iglesia siempre ha estado desinteresadamente al servicio de la difusión de los valores del Evangelio y los principios de Jesús: verdad, justicia, paz, armonía, compasión, amor y perdón”. “La Iglesia católica se opone rotundamente a cualquier tipo de presión para cambiar de religión: es una cuestión de conciencia y de convicción, y debería ser una elección sagrada”.
Algo similar al caso indio es el de Pakistán, donde existen leyes antiblasfemia que son utilizadas, en este caso por los islamistas, para perseguir a los cristianos. Lo cuenta también el informe de ACN sobre libertad religiosa, según el cual -y este es el contexto de la persecución a los cristianos en este país asiático-, “profanar el Corán e insultar al profeta Mahoma conllevan penas máximas de cadena perpetua y muerte, respectivamente. Además, el concepto de «blasfemia» es bastante amplio y con frecuencia se abusa de él, castigándose diversos tipos de conducta, como la irreverencia hacia las personas, los objetos de culto, las costumbres y las creencias. Aunque se reconoce formalmente la protección general contra cualquier forma de ofensa y menosprecio hacia todas las religiones, los artículos mencionados se refieren a conductas consideradas blasfemas exclusivamente contra la religión islámica. Dado que el ordenamiento jurídico paquistaní se basa no solo en el Derecho común sino también en la sharía, estas normas en cuestión se aplican únicamente a favor del islam”.
Todo el mundo recuerda el caso de la madre cristiana Asia Bibi, que finalmente fue absuelta, pero tras un largo un calvario judicial. Recientemente se han dado dos nuevos casos de esta persecución, los de Adil Babar y Simon Nadeem, dos jóvenes cristianos paquistaníes (de 18 y 14 años), que tras ser encarcelados y esperar un juicio de dos años, fueron recientemente absueltos.
El hecho es que están aumentando las acusaciones falsas de blasfemia contra los cristianos en este país asiático. "Los ciudadanos paquistaníes de fe cristiana siguen sufriendo los efectos nocivos de la llamada 'ley de la blasfemia'", señala en una entrevista a los medios de comunicación vaticanos el abogado católico Khalil Tahir Sandhu, recoge Vatican.news.
«Los acusados inocentes pasan a menudo muchos años en la cárcel, perdiendo años preciosos de su vida y poniendo a sus familias en serias dificultades; pero no hay reparación, ni castigo para quienes hacen acusaciones falsas», añade el abogado.
El problema ha llegado hasta el punto de surgir un grupo criminal que se dedica a extorsionar a gente con con falsas acusaciones de blasfemia. Nada menso que 450 inocentes han sido acusados. Tras el escándalo y las quejas de las familias, el Tribunal Superior de Islamabad ha instado al gobierno a que cree una comisión especial contra esta forma de delincuencia.
Recientemente Hispanidad recogió el ataque que sufrieron instalaciones católicas de una parroquia en St. Ann’s, en Olmitz, estado de Kansas (EEUU). Desconocidos entraron en estas instalaciones y pintaron las paredes con esvásticas (el símbolo nazi), además de destrozar parte del mobiliario.
El pasado 19 de julio, se produjo un incidente similar en la iglesia St. Elizabeth of Hungary en Pleasant Hills, Pennsylvania (también en EEUU), que sufrió pintadas con “mensajes anticatólicos y antisemitas”, recoge Aciprensa.
Mons. Mark Eckman, el obispo de la diócesis, declaró en un comunicado: “Este lugar sagrado, destinado a la oración, la comunidad y la presencia misericordiosa de Dios, ha sido violado de una manera profundamente dolorosa”.
La diócesis está “desconsolada por este acto de odio”, e instó a los fieles a “[rezar] por consuelo y paz”.