Día tras día publicamos casos de okupación y mostramos la caradura y la impunidad de los 'vulnerables' protegidos por el Gobierno, que carga a los ciudadanos con la responsabilidad de mantener a los que no pueden acceder a una vivienda por su gran Ley de Vivienda. Es lo que llamamos 'el escudo social del Gobierno'.

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Hoy un nuevo caso llega desde Elche. Jesús y María decidieron poner su casa en alquiler y llevan dos años y medio sin recibir el pago y manteniendo a la familia marroquí que les alquiló el piso y ahora son sus inquiokupas. 

La deuda ya va por 15.000 euros y por si la presión fuera poca, una de las hijas del matrimonio se ha separado y vive con sus dos hijos en una habitación, pese a poder vivir en el piso que sus padres tienen alquilado. Situación que han explicado a la okupa, quien ha contestado que "le da igual, que ella no se va porque es su casa", "para irme yo a la calle con mis hijos (de 18 y 12 años), te vas tú a la calle con los tuyos".

Consiguieron tener orden de desalojo, pero los okupas se declararon vulnerables, paralizando el proceso. La desesperada situación hizo que Jesús sufriera un ictus: "Mi padre ya me dijo que esta mujer le iba a llevar a la tumba y a la semana, me llamó mi hermana porque mi padre se encontraba mal. Cuando llegué le vi como medio lado de la cara paralizado y efectivamente, le estaba dando un infarto. Ha estado entre la vida y la muerte, pero gracias a Dios, aquí le tengo".

"Tengo tres sentencias de desahucios, pero no hay manera de echar a esta señora de mi casa; se ha declarado vulnerable, no hay quien la eche de mi casa por culpa de la ley que tenemos, que ha prorrogado el señor presidente del Gobierno suspendiendo los desahucios de morosos e inquiokupas hasta diciembre de 2025".

"Ahora vivimos así, todos en mi casa, todos viviendo en mi casa, esto es increíble, yo no sé a quién dirigirme porque esto es desesperante, me ha dado un infarto y no hay nada que hacer. Encima, esta señora tiene amenazados a todos los vecinos; no me puedo ni acercar por ahí y encima tenemos que pagarle el agua, la luz, el IBI y la cuota de la comunidad".

María sólo pide que se vayan, sin pagar, pero que salgan de la vivienda: "Estoy fatal. Yo solo quiero que se vayan, si no me paga ya me da igual porque esa señora no me va a pagar nunca, pero que se vayan por favor, se lo suplico. Mi hija necesita el piso, esto nos va a llevar a la tumba".