Durante la semana pasada les contamos las historias Carmen, Josefina, Federico, Elena, José María, Víctor, Rosa y Jesús, todos ellos jubilados y con inquiokupas, han visto lastrado su retiro laboral por las deudas, muchos de ellos teniéndose que volver a poner a trabajar ahogados por las deudas.

Este es el escudo social del Gobierno, cargando a los ciudadanos con la responsabilidad de mantener a los que no pueden acceder a una vivienda por su gran Ley de Vivienda. 

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Rogelio es parte de ese escudo, viudo de 90 años, se fue a pasar unos días a casa de su hermana, su sobrino era el encargado de ir a recoger el correo, y cuando estaba cumpliendo su tarea, vio cómo la cerradura del buzón había sido cambiada, percatándose de la presencia de okupas en la propiedad de su tío. 

Cuatro personas, tres hombres y una mujer, de nacionalidad peruana y cubana, y con edades entre los 32 y 60 años, estaban okupando la casa de Getafe, mientras Rogelio estaba en Toledo.  

Pese a que Sergio, el sobrino de Rogelio, avisó rápidamente a la Policía, los okupas intentaron 'defenderse', mostrando un contrato de alquiler falso y un vídeo que simulaba una mudanza. Finalmente, dos de ellos fueron arrestados por allanamiento de morada y falsificación documental. 

Rogelio ha recuperado su casa pero los okupas han destruído todos sus recuerdos, puesto que la han desmantelado por completo, incluyendo los efectos personales de su mujer fallecida. 

Y ojo, eran cuatro okupas: dos fueron detenidos, pero los otros dos se metieron en el piso contiguo, ya saben: '¡Un desalojo, otra okupación!'.