En los últimos días estamos aludiendo a la hipocresía de Isabel Díaz Ayuso en materia de inmigración ilegal. Da la sensación de que la señora presidenta no tiene muy clara cuál es su posición respecto a este asunto, especialmente cuando se trata de menores extranjeros no acompañados.
A raíz del robo y agresión a una mujer en Parla a quien un marroquí reincidente asaltó y para quitarle el bolso le pisó la cabeza con violencia, Ayuso a través de su cuenta en X, se pregunta sobre los antecedentes penales del agresor y las políticas migratorias que habrían permitido su presencia en el país.
Al parecer, olvida Ayuso que a poca distancia de Parla se ubica el centro de menas de Fuenlabrada, en la Cantueña.
Recordemos que es a ese mismo centro donde Ayuso se ha planteado enviar a los 700 menores migrantes que se prevé reciba la Comunidad de Madrid, tras el reparto establecido por el Gobierno Sánchez.
Y, recordemos también que, en su día, el PP explicaba que los menas realizarían en La Cantueña: "actividades de recuperación del paisaje, de especies autóctonas y conservación del entorno"...
A más a más, no hace tanto la presidenta de la CAM denunciaba agresiones sexuales en centros de menas, brotes de sarna y agresividad entre internos, cuando, en su día, respondía a Vox que "la delincuencia no está relacionada con el origen de las personas. No vuelvan otra vez a mezclarlo. Madrid es una región segura".
En materia de inmigración ilegal, ¿quién está mezclando qué, señora Ayuso?