Nuestro presidente ha sido hackeado, informaban en la mañana del 2 de mayo el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, el verdugo se convierte en víctima. 

El pasado domingo, el Ejecutivo recibía dos informes técnicos del Centro Criptológico Nacional en el que se detallaba que, tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la ministra de Defensa, Margarita Robles, habrían sido espiados por el sistema Pegasus, el software iraní que permite acceder al contenido de los terminales móviles.

Dicho software sólo está a disposición de los Estados, una veintena de países, entre ellos España, usan Pegasus. El espionaje, según han informado desde Moncloa, se produjo entre mayo y junio de 2021, cuando “se extrajo determinado volumen de información”. Bolaños ha asegurado que son intrusiones externas consumadas por terceros países.

Rodríguez y Bolaños han anunciado que se están analizando los teléfonos móviles del resto de ministros para conocer el alcance del espionaje, pero claro, esto llevará su tiempo, son muchos ministros…

Bolaños, en un intento de calmar las aguas, ha asegurado que “el Gobierno ha implementado medidas para reforzar los protocolos”, y han presentado la correspondiente denuncia ante la Audiencia Nacional.

Cabe recordar que el sistema Pegasus ya se utilizó para espiar al ex ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Además, el mismo software ha estado en el centro de la polémica en estos días, al conocerse que los ‘indepes’ catalanes habrían sido espiados, a la vista de este nuevo ataque, ¿qué crédito le darán los ‘indepes’ catalanes a esta intrusión al presidente?

Y a todo esto,  ¿por qué el Gobierno lo desvela ahora?