En los foros internacionales, el presidente del Gobierno de España ha dejado de resultar irritante para resultar patético.

Así, ha visitado al primer ministro británico, Keir Starmer, tras ceder la soberanía de Gibraltar a los británicos en uno de los acuerdos más vergonzosos de la historia reciente de España.  

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Viajar ahora mismo a Londres era lo último que debería haber hecho Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno español visita Londres tras ceder Gibraltar a los británicos... y en plena difuminación de su figura en Occidente, donde nadie cuenta con él. Pero lo importante era la foto en la puerta del número 10 de Downing Street. 

Su actitud respecto al rearme provocado por la guerra de Ucrania, donde España no ha apoyado al resto de los miembros del a OTAN, no ha sentado bien ni en la cancillería de izquierda ni de derechas.

Y para completar el cuadro, Sánchez inició su discurso -por cierto, ¿por qué habla en inglés?- asegurando a Starmer que Reino Unido y España van a colaborar en temas importantes. El primero al que se ha referido ha sido... la igualdad de género