Durante una aparición en vídeo en una reunión del Departamento de Eficiencia Gubernamental, Musk afirmó que, después del segundo mandato presidencial de Donald Trump, quien ya no podrá presentarse a un tercer mandato por los límites que fija la vigésimo segunda enmienda de la Constitución de Estados Unidos, sucederán dos mandatos de JD Vance como presidente.
De cumplirse tal pronóstico, supondría un período de gobierno republicano de 12 años. La última vez que un partido encadenó tres mandatos consecutivos fue en los años ochenta y principios de los noventa del siglo pasado, cuando los conservadores ocuparon la Casa Blanca durante los dos mandatos de Ronald Reagan y el único mandato de George Bush padre, entre 1981 y 1993.
La apuesta de Musk se produce en el marco de un aparente retorno de relación entre Trump y Musk, que confrontaron tras la aprobación del "Big Beautiful Bill" el gran proyecto económico del presidente. Musk tuvo un papel muy relevante al comienzo del segundo mandato de Trump, asumiendo la dirección del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Sin embargo, abandonó el cargo a finales de mayo.
Esta misma semana Trump manifestó que sigue gustándole mucho la visión de Musk. Desde luego, en lo que se refiere a las primeras encuestas para las primarias presidenciales republicanas de 2028, no cabe duda que Vance sería hoy por hoy el principal favorito, hasta el punto que supera en más de cuarenta puntos a cualquier otro posible candidato.
La opción de Vance sería bendecida por el propio Trump, si bien el actual inquilino del Despacho Oval, dio un paso más y apuntó hace unas semanas que el ticket electoral perfecto sería el conformado por Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio, llegando a afirmar si “formaran grupo, sería imparables”, tal y como contamos en Hispanidad.
Si bien en el flanco republicano, hoy por hoy, es claro quién es el principal favorito, no puede decirse lo mismo por el lado demócrata. Todavía es muy temprano para hacer predicciones sobre quién será el candidato presidencial demócrata, dado que la división en el partido es absoluta. El establishment progresista del partido parece estar impulsando al gobernador de California, Gavin Newsom, mientras que el sector de izquierda radical, cada día más influyente apuesta por la congresista por Nueva York, Alexandria Ocasio Cortez. Una tercera vía optaría por el icono LGTBi, Pete Buttigieg, que fue secretario de Transporte en la Administración de Joe Biden y Kamala Harris, pero que hace guiños a los sectores más izquierdistas de la formación progresista.