Tal y como ha recogido Hispanidad, el presidente de EEUU lo tiene claro: va a combatir al narcotráfico procedente de Sudamérica, especialmente de Venezuela, por tierra, mar y aire. 

Desde el aire, ha bombardeado ya casi una decena de narcolanchas desde septiembre, algunas en el Atlántico y otras en el Pacífico. Y Donald Trump amenazó: "La tierra será lo siguiente", donde las Fuerzas Armadas estadounidenses atacarían "muy duro" y será "mucho más peligroso para ellos" (los narcotraficantes). “Hay muy pocos botes operando ya, ahora vienen por tierra”. Y añadió: "Vamos a matar a las personas que traen drogas a nuestro país". 

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Trump se escudó en que las drogas han costado la vida a cerca de 300.000 estadounidenses. Añadió que en su Administración no están "muy contentos (con el régimen venezolano), por muchas razones", y que el narcotráfico, es sólo "una de ellas". 

El dictador Nicolás Maduro anunció esta semana el despliegue de cuerpos policiales y milicianos, con armamento, en las costas del país, y durante 72 horas, quizá como medida disuasoria contra EEUU. 

En ese contexto, la dictadura chavista, a través de su número 2, el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, y de la propia vicepresidenta, Delcy Rodríguez, aseguran que ha detenido a cuatro personas a las que acusa de pertenecer a la CIA y de urdir operaciones contra el régimen. Entre ellas, un ataque al barco estadounidense USS Gravely (DDG-107), atracado en Trinidad y Tobago, para luego acusar al régimen.  

Además, la dictadura chavista pretende quitarle la nacionalidad -se lo ha pedido al Tribunal Supremo, otro instrumento del régimen- al opositor Leopoldo López, por declarar: "Sí, soy partidario de intervenciones de cualquier tipo en contra del cártel de los Soles y de quien encabeza esa estructura criminal, que es Nicolás Maduro".

López lleva cinco años exiliado en Madrid. 

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