Francia tiene que seguir demostrando su progresismo innato. Si el año pasado aprobó blindar el aborto en la Constitución, el jueves 18 dio un nuevo paso, aprobando una ley que exonera a todas las mujeres condenadas por abortar antes de que se aplicara la legislación del aborto de 1975. Dicha normativa es conocida como Ley Veil. Recibe el nombre de su impulsora, Simone Veil, y sirvió para despenalizar el aborto.
¿Efectos prácticos? Ninguno ¿Efectos populistas? Muchos, así se "repara" a estas pobres víctimas de un sistema perverso que las condenaba por matar a su hijo en el propio vientre.
En este sentido, asegura que estas normativas anteriores a la ley del 75 "provocaron numerosas muertes y daños morales y físicos" a miles de mujeres... y a otros tantos bebés, claro está. "Tenemos la responsabilidad de reparar a estas mujeres", ha dicho la ministra para los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol.
"Esta ley es un acto de Justicia para miles de personas que fueron sometidas a leyes injustas", ha apuntado Aurore Bergé, ministra delegada para Género e Igualdad. "Tenemos la responsabilidad de reparar y el deber de hacer sonar la alarma".
Y nos preguntamos, ¿qué alarma? Si la corriente general política va del aborto libre, al aborto obligatorio, acabando por prohibir la vida.