Al actual presidente izquierdista de Chile Gabriel Boric la presidencia le está empezando a costar. Su maravillosa y moderna Constitución, donde aseguraba que el país intercultural y ecológico, una república solidaria de democracia inclusiva y paritaria y con una relación indisoluble con la naturaleza, no gustó a los chilenos y ahora la derecha amenaza con arrebatarle el poder.

En medio de este complicado momento, el presidente puede contar con el apoyo de su pareja, Irina Karamanos, con la que mantiene una relación amorosa desde 2019. Aunque ella renunció a las funciones oficiales del cargo de Primera Dama, ha concendido una entrevista a la periodista de la revista Velvet, Carolina Urrejola, donde ha hablado de su relación: “Ambos tenemos una complicidad apasionada tanto en lo emocional como en lo político. Nos dimos cuenta de ello y lo hemos hecho crecer”.

“Me han preguntado mucho por qué no voy a viajes, por qué no estoy en tal o cual lugar, lo que es interesante porque nos acompañamos muchísimo. Mi día comienza y termina con un momento para estar juntos”, aseguró. “Pienso que existe la idea demasiado forzada de la pareja como complemento binario. Yo creo que nos complementamos mejor siendo ambos toda la gama de géneros incluyendo ser femeninos y masculinos, a la vez". Han leído bien, Boric e Irina son todos los géneros, no sólo el femenino y el masculino, todos, y encima a la vez. Ahora entendemos 'el cacao' de la Constitución de Boric. 

Además, Irina ha criticado el matrimonio como institución: “Si hablamos de cuánto le ha importado al Estado el matrimonio como institución siendo un político, debemos mencionar el rol de la Primera Dama (...) que, aunque no estaba inscrito en ninguna parte, ha funcionado como una garantía de estabilidad que incluso le permitía tener una oficina en el Palacio de La Moneda, un equipo pagado y seis fundaciones a su cargo”.

La pobre Irina también habló de lo mucho que los criticaron a ella y a Boric por no estar casados: “La ilegitimidad respecto a que la pareja de un Presidente no esté casada evoca muchas cosas (…) de eso salían comentarios como que yo estaba contratada, dudas sobre la orientación sexual del presidente, si yo era mujer u hombre (…) entonces yo era una persona trans contratada y el presidente una persona homosexual usándome como pantalla”.

La vida de Boric no es sencilla, es simple.