Jucil, la asociación mayoritaria de la Guardia Civil, ha presentado ante el Tribunal Supremo una denuncia penal contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su actuación, como mando supremo del instituto armado, en los sucesos de Torre Pacheco. La asociación profesional ve indicios de prevaricación por omisión y abandono de destino “al incurrir en una dejación grave de funciones en la planificación y protección de los agentes”, señala Jucil en su nota de prensa. 

Se trata de un nuevo desencuentro entre el ministro del Interior y la Guardia Civil, un cuerpo que, siempre a las órdenes de los jueces, está llevando a cabo, por medio de la Unidad Central Operativa (UCO), una labor de investigación en los casos que afectan al PSOE y al entorno de Pedro Sánchez.

De hecho, como se recordará, la fontanera del PSOE Leire Díez intentó realizar operaciones de cloaca contra la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil -y más en concreto sobre su operativo jefe Antonio Balas-, para desprestigiar el trabajo de esta unidad que investiga las causas judiciales relacionadas con el entorno de Pedro Sánchez (su mujer, su hermano, el Fiscal General del Estado, etc.). 

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Peor no solo eso. Hispanidad ha publicado que el ministro del Interior Grande Marlaska pretendía ‘neutralizar’, mediante un ascenso, al coronel Rafael Yuste, un hombre clave en la UCO y en muchos de los casos que lleva dicha Unidad (Begoña Gómez, David Sánchez, Koldo, Ábalos...).

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Y en este contexto, hoy El Mundo ha publicado que existe malestar en la Benemérita por las "constantes intromisiones" del peón de Marlaska en la UCO, el Director Adjunto Operativo, Manuel Llamas, por interesarse por las investigaciones que afectan al Gobierno y al entorno de Sánchez: "Parece más un comisario político", denuncian agentes. 

Pero que Marlaska no puede tragar a la Guardia Civil lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que, pese a que en la Oferta de Empleo Público para el año 2025 se ofrecen 3.713 plazas en la Guardia Civil y 3.139 en Policía Nacional, con datos de 2022, el ministro del Interior redujo casi tres veces más el déficit de la plantilla de la Policía Nacional que el de la Guardia Civil, según denunció en nota de prensa la AUGC.