Elecciones del 23 de julio de 2023: muchos no lo recordarán, pero una de las promesas electorales de Sánchez fue ampliar el permiso de paternidad a 20 semanas, es decir, cuatro semanas más de las que ahora se disfrutan.
Ahora el Gobierno cierra el curso político con una gran noticia, repetida a bombo y platillo por la prensa sincronizada de Moncloa: este martes 29, el Consejo de Ministros aprueba un nuevo Real Decreto ley por el que se amplía a 17 semanas el permiso por nacimiento, es decir, se pasa de las 16 semanas actuales a 17. Una vez más, Sánchez incumpliendo y mintiendo. Y Yolanda, que sale en pantalla en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha vender el logro feminista, que ella misma ha conseguido.
Por otro lado, el nuevo decreto también establece que los trabajadores/as tendrán derecho a dos semanas de cuidados retribuidas al 100%, que podrán utilizar hasta que sus hijos tengan 8 años de edad. Y es que la baja por cuidado del menor es típico derecho socialista, el trabajador tiene derecho, pero a cargo de la empresa, es decir, que Juan Español termina por no pedir ese permiso principalmente porque no cobra. Con todo ello, si juntamos las 17 por el permiso de nacimiento y las dos del permiso por el cuidado de los hijos, los trabajadores podrán contar ahora con la friolera de hasta 19 semanas retribuidas. Aunque lo más común es que se queden en 17 por el clásico permiso de nacimiento.
Con esta medida estamos ante el Gobierno más feminista, generoso y mentiroso de la historia. Mentiroso por las prisas que se han dado para aprobar el Real Decreto, que no deja de llamar la atención. Pero tiene una explicación, el viernes es 1 de agosto, día en el que la Unión Europea comenzaría a cobrar a España una multa de 40.000 euros diarios por el incumplimiento de la directiva europea de conciliación, que ya le costaba a las arcas públicas 9.000 euros de sanción, cantidad que, como decimos iba a ser ampliada este mismo viernes.
Y generoso y feminista porque hay que tener la cara muy dura para anunciar y vender esta medida a bombo y platillo: 'Españoles, os damos una semana más, para que cuidéis de vuestros hijos', y esto acapara todas las portadas de todos los medios. La extensión, si es que puede llamarse así, es cuanto menos rácana, como todas las políticas que tienen que ver con la maternidad y la natalidad en el país.
Si las 16 semanas ya eran insuficientes, lo de dar publicidad como gran avance el ampliar a 17 ya es de ser miserable. Pero la cosa no queda ahí, se da la friolera de una semana más, pero ni hablamos del salario maternal: toda mujer que tenga un hijo, dede el embarazo hasta la independencia del retoño (18 años), debería recibir un salario que no debería ser inferior a la mitad del salario mínimo interprofesional (SMI). Sí, más o menos como el ingreso mínimo vital (IMV) para una persona sin hijos (ahora en los 450-600 euros). La maternidad es el verdadero factor de discriminación en el mundo laboral, el techo ya no de cristal, sino de cemento para una mujer-madre.
Recordemos que en España se conceden 100 euros por niño desde el parto hasta los tres años, mientras la mujer no deja de criar, ser madre y cotizar a la Seguridad Social, al tiempo que aporta futuros trabajadores. Todo esto ocurre en la mayoría de casos previa contratación de otra mujer que es quien cuida a los niños, por la que también se aporta a la Seguridad Social.
Un salario maternal en las condiciones mencionadas saldría en España por 12.000 millones de euros anuales, es decir, sería muy caro. Aunque claro, es menos que un sólo pago de las 14 mensualidades que nos cuestan las pensiones contributivas, que ya superan los 13.000 millones de euros mensuales.