No sólo fue con la Vuelta Ciclista. Sánchez ha usado la causa palestina, y la usa de hecho, como cortina de humo para conseguir desviar la atención de los casos de corrupción que le rodean hasta en su colchón. Ha usado a los flotillos como señuelo, y el problema es que hay veces que los señuelos se vuelven contra uno mismo, y ahí empiezan los problemas. 

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Desde 1978, España ha tenido 9 huelgas generales: el primer gobierno de Felipe González tuvo 4; el de José María Aznar, 1; el de José Luis Rodríguez Zapatero, 2; y el de Mariano Rajoy, 2. ¿Qué supone esto? Que Sánchez ha conseguido en siete agónicos años tener a la calle silenciada, tranquila, ¿una falsa calma? ¿españoles anestesiados? Seguramente, pero no ha tenido paros ni huelgas, sino sindicatos de su lado. Pero ha despertado al león durmiente, y no, no es que la derecha haya reaccionado de una vez, sino que ha avivado a las fuerzas antaño del 15 M... y por la Flotilla. 

Fue él mismo el que, para que no se hablara de las visitas de sus familiares al juzgado, llamó a tomar las calles contra Netanyahu y el resultado es que ayer jueves las calles de Madrid y Barcelona dejaron de estar tranquilas, con cientos de jóvenes, y no tan jóvenes, pidiendo libertad para la Flotilla, entiendan o no lo que está pasando en Oriente Próximo. Mientras en 'Telepedro', los tuiteros reparaban en la retransmisión que hacía de los hechos, Javier Ruiz, en 'Mañaneros 360', calificando lo sucedido como una mezcla entre lo pacífico y lo violento.

'Nazis' gritaban muchos de ellos a los de Israel, demostrando que tienen el mismo cacao en la cabeza que Irene Montero, pero montando follón, y esto le puede costar la Moncloa a Sánchez.

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En cualquier caso, otra cosa resulta curiosa, muchos de estos manifestantes tan solidarizados con el pueblo palestino, toman las calles a favor de la Flotilla, y ojo, no lo hacen por los datos de paro juvenil, por la falta de oportunidades, por vivir alquilando una habitación, por no poder tener acceso a una vivienda o por la economía... resulta curioso.