Para los que siguen la actividad de Pedro Sánchez -una actividad activísima- no ha pasado inadvertido, que Pedro Sánchez, antes más frío que un témpano con el Monarca, se dirige ahora a él de forma constante, llamándole "Señor".  

En la mañana del jueves ha vuelto a suceder. Por tres veces, de forma innecesaria y con escasa gracia, Sánchez se ha dirigido personalmente a Felipe VI, a quien tiene secuestrado desde la creación del Frente Popular (noviembre de 2019) con Podemos por una doble vía: el exilio forzado de Juan Carlos I y la amenaza constante de fomentar la III República.

Pero las encuestas le han hecho cambiar. Ahora Sánchez está débil y necesita el apoyo del Monarca. Eso sí, seguirá aliado con los republicanos. Una vela a San Miguel y otra al Demonio. Ese es Sánchez.