El auto de apertura de juicio oral de la Audiencia Nacional complica el horizonte penal de la antigua cúpula de Pescanova, cinco años después del descalabro de la empresa gallega y de que se declarara en concurso de acreedores. El juez instructor del caso, José de la Mata, reclama, de hecho, penas de prisión de 164 años y medio, y 31 años, más en concreto para el entonces presidente, Manuel Fernández de Sousa, por ocho delitos, además de multas (33 millones) y fianzas (900 millones).

El efecto más inmediato ha llegado en bolsa, en la que la antigua Pescanova cae más del 10%. Es un sinsentido bursátil con 9.000 pequeños accionistas en el vaivén especulativo, al que se reincorporó hace un año (el 7 de junio de 2017), tras cuatro años de ausencia: no tiene activos, salvo el 1,6% de la nueva Pescanova, ni actividad, ni empleados, ni lógica económica.

Las penas de cárcel pedidas por el falseamiento de las cuentas antes de 2013 suman 164 años, además de multas y fianzas millonarias

El auto judicial, contra el que no cabe recurso (sí frente las responsabilidades por las fianzas y multas), confirma la existencia de indicios criminales al dar cuenta de aquella gestión, con numerosas irregularidades contables, se ciñe a delitos por falseamiento de las cuentas anuales, de la información económica y financiera y en documento mercantil, además de estafa, insolvencia punible, blanqueo de capitales, uso de información privilegiada y el impedimento para que actúe el organismo supervisor.

Además de Fernández de Susa, serán juzgadas 18 personas físicas y 12 jurídicas, que disponen de 30 días para presentar sus escritos de defensa. Los responsables civiles subsidiarios son: Pescanova SA, que adelantó este jueves el auto judicial en un hecho relevante (documento adjunto); el auditor BDO y la sociedad Buena Pesca 97.

Pescanova SA se partió en dos, la vieja y la nueva Pescanova. La vieja, en la que están antiguos accionistas como Fernández de Sousa, ha perdido la batalla judicial con los bancos acreedores, una de las razones de satisfacción junto a la otra: la evolución del negocio que le ha permitido remontar. No se retirará, sin embargo, del capital hasta la salida a bolsa. Pescanova, como hemos informado esta semana es un arquetipo de éxito de la ley Guindos.