Juan Carlos Escotet ya controla el 80,46% de Nueva Pescanova, después de varios intentos fallidos por presentar ofertas insuficientes. Sabadell (24,5%) y Caixabank (15,3%) no tenían vocación de permanencia pero tampoco querían malvender sus participaciones.

Juan Carlos Escotet ya tiene lo que quería, o tal vez sea Alberto Núñez Feijóo el que esté de enhorabuena. Lo cierto es que la operación no tiene sentido desde el punto de vista industrial -Abanca es un banco-, y mucho menos financiero, al implicar requerimientos de capital más elevados.

El plan de Escotet, según la pesquera, consiste en lograr que el buen dato de facturación de 2019 (1.100 millones de euros) se traduzca en beneficios y no en pérdidas de 50 millones, como sucedió en el pasado ejercicio. El siguiente paso -dos años, si todo va bien- será la búsqueda de un socio industrial local que tome las riendas de la compañía. Lo más importante: Nueva Pescanova seguirá siendo gallega. Oiga, y para todo eso, ¿hacía falta hacerse con el 80% del capital?

De momento, Escotet, que no lo olvidemos, se hizo con NCG Banco en una subasta en la que no presentó la mejor oferta, ha tardado muy poco en cambiar la cúpula. Porque el nombramiento de José María Benavent como presidente ejecutivo, en sustitución de Jacobo González Robatto.  De momento, mantiene al consejero delegado, Ignacio González.

Sí, el Consejo de Administración de Nueva Pescanova le ha renovado su confianza -es CEO desde 2016-, pero tendrá por encima a Benavent, que es un financiero -fue director financiero de Euskaltel-, no un experto en industria pesquera (González Robatto tampoco lo era), aunque ha formado parte del Consejo de Nueva Pescanova desde junio de 2019.

Feijóo ya tiene ‘su’ banco gallego. Ahora quiere tener ‘su’ industria gallega.