• Si así fuera, Marta Álvarez asumiría la Presidencia.
  • Gimeno se interpone en las decisiones de Víctor del Pozo, nuevo director general comercial.
  • Además, IASA está dispuesta a ayudarle a pagar los impuestos de la herencia, pero no en esta situación.
  • Por otra parte, Florencio Lasaga ha acordado que será él quien decida cuándo se jubila.
  • Y en ese momento, se establecerá la diarquía en ECI: Víctor del Pozo y Jesús Nuño de la Rosa.
  • Otrosí: ¿Cómo acabar con la Fundación Ramón Areces? Reduciendo su peso (37%) en el capital de ECI.
  • Y ahí entra la hipótesis de la dificilísima salida a bolsa.
  • En resumen, tres batallas y una sola empresa de distribución.
Aumenta la tensión en El Corte Inglés (ECI). Entre las hijas de Isidoro Álvarez, Marta y Cristina Álvarez Guil, y el presidente, Dimas Gimeno, su socio en Inversiones Isidoro Álvarez (IASA). Socio minoritario, claro está, porque IASA posee el 22% de ECI y dentro de IASA, las dos terceras partes están controladas por las dos hijas de Isidoro Álvarez. De hecho, Dimas precisa de nuevo ayuda financiera para pagar los impuestos de  la herencia, algo que le ha llevado a endeudarse. Y ojo, porque sus socias en IASA están dispuestas a avalarle pero siempre que acepte el recorte de competencias pactado en teoría pero no ejecutado en la práctica. Se lo adelanto: ECI creó una Comisión de Dirección formada por cuatro personas: Marta Álvarez Guil, Florencio Lasaga, Martínez Echavarría y Dimas Gimeno. A esta comisión reportarían tanto el presidente como los directivos. Es decir, el motivo del desencuentro entre la hija de Isidoro y su primo es  que Dimas Gimeno no acepta su papel de presidente no ejecutivo, si lo prefieren, de presidente con los poderes recortados. Y aquí viene el lío, porque tanto Florencio Lasaga como las hermanas Álvarez, le recuerdan que en el Consejo de Administración Dimas Gimeno votó a favor de la Presidencia compartida, de la creación de la comisión y de las funciones de Del Pozo. Ergo… Recuerden lo que adelantara Hispanidad: se recortaron los poderes (poder compartido, lo llaman en la casa) de Dimas Gimeno con el nombramiento Víctor del Pozo como director general de toda la red de centros, tanto de compras como de ventas. Esto, en la práctica, significa que Del Pozo no reporta a Dimas sino al Comité, y el presidente no está por la labor de abandonar su antiguo puesto de presidente ejecutivo y Ceo. Concluyendo: Marta Álvarez Guil insiste en que no pretende ser presidenta de El Corte Inglés, salvo que se vea obligada a ello. Pero, en el entretanto, la tensión continúa. En paralelo, se vive un segundo pulso aunque este mucho más matizado ahora que meses atrás. El hombre fuerte de El Corte Inglés es Florencio Lasaga, que preside el Patronato de la Fundación Ramón Areces, primer accionista de ECI con el 37% del capital. Lasaga cumple en 2017 los 83 años de edad y lo que ha dejado claro es que él hará su propia sucesión. Se lo traduzco: que se irá cuando le venga en gana. Su diseño sucesorio es el ya anunciado en Hispanidad: una diarquía formada por Víctor del Pozo y la otra estrella emergente, Jesús Nuño de la Rosa, los dos con categoría de director general. ¿Por qué no ha sido nombrado Nuño de la Rosa, ya mismo, director general, como controlador corporativo, además de jefe del Grupo industrial y financiero? Pues precisamente porque esas son las competencias de Florencio Lasaga. Cuando Lasaga se marche la diarquía Del Pozo-De la Rosa será una realidad. En el entretanto, Lasaga seguirá siendo el directivo más poderoso de ECI. Ahora bien, cuando se tienen 83 años la marcha puede decidirse en cualquier momento. En El Corte Inglés se dice que Álvarez y Lasaga hicieron un pacto, por el cual el navarro permanecería 3 años más en ECI, pero conste que este pacto es negado por el propio Lasaga y por El Corte Inglés. Ahora bien, lo que está fuera de toda duda es que Lassaga ya ha comenzado su sucesión ordenada. Ha ido llenando de cargos a Nuño de la Rosa, quien hasta hace meses llevara Viajes El Corte Inglés (y lo lleva muy bien, por cierto). Ahora, atención, Nuño es consejero de la Ramón Areces y de ECI, además de consejero de Xfera, de la compañía de seguros, de la financiera ECI… amén de administrador de ECI Informática (que no tiene Consejo)… junto a Lasaga y Martínez Echavarría. Por cierto, que Víctor del Pozo también entrará en el Consejo en la Junta de agosto. Tres eran las batallas, retos si lo prefieren. El papel de la Fundación Ramón Areces y la salida a bolsa de ECI, ambos fenómenos ligados. En definitiva, a Hispanidad le aseguran que fue Fernández Cernuda, el inquietante Cernuda, quien dio la idea de reducir la participación de la Fundación en El Corte Inglés, ahora cifrada en el 37%. Para ello, nada mejor que salir a Bolsa… sacando el todo o la parte del 37%. Ahora bien, aunque según la Ley de Fundaciones 50/2002 es posible revertir el patrimonio que la SA entregó a la Fundación en la SA, con el permiso del Gobierno, la salida a Bolsa de ECI y la consiguiente colocación en el mercado de las acciones de la Fundación representa un serio problema. Con el beneficio actual, y un 'per' de 20, por ejemplo, estaríamos valorando El Corte Inglés en 2.000 millones, una verdadera burla. Recuerden que el jeque catarí Al Thani, hizo un chollo cuando compró el 10% de ECI, previa valoración de 10.000 millones de euros. Salir a Bolsa ahora sería malvender El Corte Inglés. Pero ojo, el objetivo de Cernuda, responsable de Seguridad de los grandes almacenes hasta anteayer, no es financiero porque de finanzas entiende poco: su objetivo es que las hermanas Álvarez sean el primer accionista y no tengan que vivir a la sombra de Ramón Areces. Pero, insistimos, por el momento, el mercado impide caer en la tentación. De hecho, Florencio Lasaga ha parado el proyecto porque lo considera inviable en el momento actual. Recuerden que él es el presidente de lo que se pretende enajenar. Ahora bien, todo depende de la liquidez que necesite ECI… y la liquidez depende, a su vez, de la evolución de las ventas. Tres retos y tensión creciente. Pero el reto más importante es que Gimeno acepte o no ser un presidente con poderes compartidos o recortados. Si no lo acepta, a lo mejor habría un cambio en la Presidencia ya mismo. Y la principal candidata sería Marta Álvarez Guil (en la imagen junto a Dimas Gimeno). Eulogio López eulogio@hispanidad.com