El último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es demoledor y ha encendido las alarmas de instituciones públicas y privadas del mundo entero. Primer dato revelador: ya hay 700 millones de trabajadores que, a pesar de tener empleo, viven en situación de pobreza extrema o moderada. Es decir, tener trabajo hoy en día no implica disponer de capacidad económica suficiente para satisfacer las necesidades básicas del día a día.

La precariedad laboral es un problema crónico y afecta a un porcentaje cada vez mayor de la población. El dato de la OIT pone negro sobre blanco: el 20% de las personas con empleo no salen de la pobreza.

El 20% de las personas con empleo no salen de la pobreza

Mientras la OIT publicaba el informe, una sentencia de un juzgado de Madrid, conocida el miércoles, reconocía a un repartidor de Glovo como falso autónomo y obligaba a la empresa a readmitirlo. Al parecer, la compañía prescindió de los servicios del trabajador autónomo tras participar éste en una huelga. ¿La novedad? La propia sentencia, que contraviene dos anteriores que dieron la razón a Glovo y no consideraron a los trabajadores como falsos autónomos.

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La sentencia es importante y pone cara y ojos a la precariedad de la que habla la OIT. Sí, el Gobierno Sánchez ha subido el Salario Mínimo Interprofesional un 22% y eso es una buena medida -la hemos defendido en Hispanidad-, pero también es cierto que ha subido los impuestos laborales… un 22%, y eso no es nada positivo: el primer día del nuevo SMI la Seguridad Social registró 606.473 bajas, un récord histórico que será difícil de olvidar.

La subida del SMI, junto con la de las cuotas sociales, no tuvo un efecto “neutro”, como vaticinó la ministra de Economía, Nadia Calviño. Muchos fueron los que avisaron del disparate: Bruselas, el Banco de España, la AIReF, BBVA Research… la pérdida de empleos podría ser de entre 60.000 y 125.000 durante 2019.

¿Qué se puede hacer? Sustituir las cuotas por IVA

El debate está abierto. En España, sólo las cuotas sociales, empresariales y personales, suman un 33% de lo que se incluye en la nómina. Y eso sin contar otros conceptos como, por ejemplo, el Fogasa. En definitiva, con estas cuotas laborales -ahora un 22% superiores- es muy difícil contratar. ¿Qué se puede hacer? Sustituir las cuotas por IVA. Es el modelo danés: cuotas laborales cero y el dinero que no se recauda por esa vía se consigue a través del IVA.

Y todo esto, no lo olvidemos, surge por la necesidad de pagar las pensiones de una población cada vez más envejecida. España está haciendo todo lo contrario a lo que debería hacer: rejuvenecer la población fomentando la natalidad, y bajar o suprimir los impuestos al trabajo. Así nos va. Recuerden: ya hay 700 millones de empleados pobres… y subiendo.