En Telefónica las cosas no sólo no marchan sino que encima, se están perdiendo las formas. Ejemplo: desde la llegada de Marc Murtra, el hombre de la SEPI y de Pedro Sánchez, a la Presidencia de la teleco, se ha retirado todo tipo de ayuda publicitaria a los medios críticos y se ha aumentado a los medios afines. Pero más que una ayuda se trata de una compra: por ejemplo, desde la empresa, algo que jamás se había hecho con Pallete, se ha pedido a algunos editores el despido -así, como suena- de periodistas críticos con Telefónica. Una táctica que no sólo resulta arbitraria sino que puede dar muy malos resultados. Para más información pregunten en el ABC para lo primero y en El País para lo segundo.
El problema es que Ocaña se empeñó en encabezar el ya fracasado Plan Estratégico, presentado días atrás. Por su parte, ahora, Murtra necesita una operación, la que sea... así que es muy capaz de cometer el error de comprar Vodafone España
En estas estamos cuando el vicepresidente de Telefónica, Carlos Ocaña, aumenta la presión: quiere sustituir a Marc Murtra en la Presidencia... ya mismo. Ya lo intentó en su momento, porque Murtra lleva desde enero en la casa, pero ahora lo considera maduro y, sobre todo, la situación se ha deteriorado demasiado y no está dispuesto a esperar mucho más.
Veamos. En primer lugar, el pesimismo reina en Moncloa, lo que ha provocado una nueva llamada al orden de Moncloa a Murtra. El jefe de la Oficina Económica monclovita, Manuel de la Rocha insiste en que esto no funciona. Por ejemplo, la entrada del Gobierno en el capital de la teleco ha servido para que se realice, apenas un año después, un nuevo ERE, en principio para 6.000 personas, en peores condiciones que el anterior.
Encima, reducción del dividendo. Oiga que estamos hablando del ahorro de muchos pequeños accionistas, de rendimiento de las famosas matildes, que operan en muchos hogares como un depósito plazo fijo o como una renta complementaria a la pensión. Llevan años perdiendo valor en bolsa, sí, pero con Pallete tenían asegurados un buen dividendo que ahora Murtra reduce a la mitad. No, no va resultar muy popular.
Y lo que quizá sea peor de todo: la entrada del Gobierno en el capital de la operadora ha desembocado en una plantilla desanimada. No, la nacionalización de Telefónica no resulta muy popular y, en todo caso, es un fracaso absoluto y total.
Razones más que suficientes para cesar a un presidente que sólo habría estado 10 meses en el cargo, sobre todo porque no es que Murtra pierda prestigio, el que lo perdería es el que le ha nombrado: un tal Pedro Sánchez.
Encima, Deutsche Telekom marca récord de beneficios y de dividendo. Ellos sí van a ser eje de la futura consolidación de telecos en Europa. Esto es: la nacionalización encubierta de Telefónica constituye es otro fracaso de Pedro Sánchez
Ahroa bien, el vicepresidente Ocaña tampoco lo tiene fácil para ganar el duelo con el presidente Murtra. El problema es que Ocaña se empeñó en encabezar el ya fracasado Plan Estratégico, presentado días atrás.
Por su parte, ahora, Murtra necesita una operación, la que sea... así que es muy capaz de cometer el error de comprar Vodafone España.
Como las desgracias nunca vienen solas, Deutsche Telekom presentaba resultados en la mañana del jueves con récord de beneficios y de dividendo. En otras palabras, que los alemanes sí van a ser eje de la futura consolidación de telecos en Europa.
Y cuidado, pues, a pesar de su carácter público y a pesar de su abultadísima plantilla en Alemania, la capitalización de DT supera los 130.000 millones de euros mientras la de Telefónica está en los 21.000 millones de euros.
No olvidemos que Ocaña es amigo de Sánchez y empleado de Florentino Pérez, al que le encantaría mandar en Telefónica desde la distancia. Eso sí, a De la Rocha no le gustó su documental sobre los presidentes. Pero tranquilos, desde el cese de Javier de Paz, Movistar+ no existe
En resumen, la nacionalización encubierta de Telefónica constituye un nuevo fracaso de Pedro Sánchez y, encima, al igual que ocurre en Indra, hay navajazos por el poder. Ni la salida de Javier de Paz, es decir, la salida del puente de mando de Rodríguez Zapatero ha tranquilizado las aguas, que bajan revueltas.
Por cierto, no olvidemos que Ocaña es amigo de Sánchez y empleado de Florentino Pérez, al que le encantaría mandar en Telefónica, a su estilo, desde la distancia. Y tampoco olvidemos que Criteria, primer accionista de la operadora, posee casi el 10% de ACS, la empresa de Florentino, que Isidro Fainé, presidente de Criteria es vicepresidente de la operadora y vicepresidente de la Constructora.
Eso sí, a don Manuel de la Rocha no le gustó nada el documental sobre los presidentes del Gobierno vivos de la democracia que elaboró Movistar+. Pero tranquilos, desde el cese de Javier de Paz, Movistar+ no existe.