Siemens pincha en bolsa este jueves (su cotización baja un 5%) por su última curiosa maniobra. Y es que, tal y como se preveía días atrás, ha reducido su participación en Siemens Healthineers: en concreto, lo ha hecho en un 30%, entregando dicha parte a sus accionistas como dividendo en especie.

El gigante industrial pasará de controlar el 67% de su empresa de dispositivos médicos al 37%… para no verse afectada por las menores ganancias que prevé dicha filial para el próximo año fiscal por los aranceles, las divisas y China. Esa participación del 30% está valorada en unos 33.600 millones de euros y será entregada a los accionistas de Siemens, y al reducirse el control, también se busca facilitar la entrada de un socio inversor… que le permita pasar a accionista minoritario y poder concentrarse en el negocio de la tecnología industrial y en impulsar la digitalización.

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Y justo cuando Siemens Healthineers prevé menores ganancias… ¿Casualidad? Por supuesto que no, y muchísimo menos si se recuerda al poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, quien defendía que las casualidades no existen. Recuerden también que no es la primera curiosa maniobra del gigante industrial alemán en los últimos años: redujo su participación en varios pasos en su filial energética (Siemens Energy) para no verse perjudicado por la crisis y las pérdidas de Gamesa, también recortó miles de empleos, apostó por el ‘esquema Villalonga’ (el mismo que aplicó Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo) y por otro, el ‘método Enron’ al transferir partes de su participación en Siemens Energy a su fondo de pensiones para controlar sólo el 15% de forma directa.

El movimiento relacionado con la división de dispositivos médicos ha coincidido con los resultados de Siemens en su último año fiscal (octubre 2024 a septiembre 2025). Los ingresos se han incrementado un 4%, a 78.914 millones. De estos, Siemens Healthineers ha sido la división que más ha aportado, con 23.275 millones (+5%); seguida de Smart Infraestructure, con 22.989 millones (8%); Digital Industries, con 17.788 millones (-4%); y Movilidad, con 12.444 millones (+9%). Y los pedidos han crecido un 5%, a 88.366 millones. 

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Por su parte, la rentabilidad -medida a través del resultado bruto de explotación (ebitda)- se ha reducido ligeramente en un 1%, a 13.380 millones; y el beneficio neto ha subido un 16%, alcanzando la cifra récord de 10.387 millones. Eso sí, el beneficio del negocio industrial ha ascendido a 11.766 millones (+3%), a pesar de que en su cuarto trimestre fiscal (julio a septiembre) obtuvo 3.190 millones (+2%) y no alcanzó las previsiones del consenso de analistas. Además, la deuda neta del negocio industrial ha crecido, pasando de 9.421 millones a 12.160 millones, pero el ratio de deuda neta sobre ebitda sólo ha ascendido en dos décimas, a 0,9 veces.

 

“Siemens es hoy más fuerte que nunca, con un récord para el ejercicio fiscal 2025. Nuestra estrategia funciona. Crecemos combinando el mundo físico y el digital. Con nuestro programa ONE Tech Company, entramos en la siguiente fase de crecimiento y elevamos nuestra ambición a medio plazo de crecimiento de ingresos al 6-9 por ciento”, ha señalado Roland Busch, presidente y CEO de Siemens. “Con una cartera altamente sinérgica, aspiramos a duplicar los ingresos de nuestro negocio digital, capitalizar las regiones y sectores verticales en crecimiento y ampliar nuestra oferta de IA (Inteligencia Artificial) con una inversión de 1.000 millones de euros en los próximos tres años”, ha añadido, destacando que la compra de Altair y de Dotmatics les ha permitido consolidar su liderazgo en software e inteligencia artificial. Y es que el gigante industrial ha elevado sus previsiones de crecimiento de ingresos a medio plazo a un rango del 6% al 9%, excluyendo Siemens Healthineers, y para ello busca expandirse a sectores atractivos como las aplicaciones de IA, las capacidades de las fábricas de IA y el software para las ciencias de la vida. Además, considera que China, EEUU e India son países clave durante los próximos cinco años, al mismo tiempo que en Europa, y especialmente en Alemania, Siemens sigue siendo un importante motor de innovación y crecimiento, y continuará invirtiendo. 

Por último, el gigante industrial ha propuesto elevar el dividendo a 5,35 euros por acción. Además, el director financiero, Ralf P. Thomas (64 años) dimitirá a lo largo del ejercicio fiscal 2026, siendo relevado por Veronika Bienert, pero después seguirá formando parte del consejo de supervisión de Siemens Healthineers. Es decir, del órgano que de verdad manda en las empresas alemanas, pues supervisa al consejo de administración.