La deuda pública no para de aumentar -ya va por 1,506 billones de euros, el máximo histórico… hasta ahora- y el contexto ya no es favorable tras las subidas de tipos y la reducción de compras por parte del BCE. Sin embargo, para el Secretario General del Tesoro, Carlos Cuerpo, esto no es ninguna amenaza porque “tenemos un blindaje para nuestra deuda contra las subidas de tipos y el riesgo de refinanciación”, afirma en una entrevista publicada este martes en Expansión.

Para entendernos, lo que Cuerpo llama blindaje es, en realidad, un alargamiento de la vida media de la deuda, es decir, que pagaremos muchísima más deuda y, además de pagarla nosotros y nuestros hijos, también tendrán que hacer frente a ella nuestros nietos. Un chollo, vaya.

Cuerpo lo vende como un éxito: “Nuestra cartera tiene una vida media de ocho años, y esperamos que se mantenga en el entorno de esos niveles, y esto hace que año a año apenas tengamos que refinanciar el 12% en 2022 y ahora el 13% en 2023 del total de nuestra deuda, lo que ayuda a suavizar el impacto”, señala.

Con la deuda pública sucede lo mismo que con la hipoteca: alargar el número de años para rebajar la cuota mensual implica, no obstante, que al final pagaremos más. ¿Eso es un éxito? Cuerpo cree que sí.

En cualquier caso, lo que no menciona el Secretario General son los efectos perversos que produce el mercado secundario. Es decir, cuando el Tesoro emite deuda al 4% (que ya es un interés elevado), se compromete a pagar ese interés durante toda la vida de la deuda, pero en el secundario, el que la ha comprado puede venderla y si lo hace es a la baja. Y así, la deuda va bajando en el mercado secundario, pero es una rebaja que en principio no afecta al Tesoro… hasta que vuelve a emitir deuda. Es entonces cuando los inversores se fijan en la bajada en el secundario y exigen un interés más elevado en la nueva emisión.

En cualquier caso, refinanciar, aliviar el pago presente, nunca es un éxito porque al final implica pagar más deuda durante más tiempo.

Y por cierto, el hecho de que la prima de riesgo española esté en el entorno de los 100 puntos no significa que vaya bien; significa que el bono alemán, el que sirve de referencia, también está mal.

La crisis de deuda ya ha comenzado, no les quepa la menor duda, y amenaza con extenderse en el tiempo. Ahora lo llaman blindaje.