Novedades en el caso Banco Popular, que se sigue en Sala IV de la Audiencia Nacional bajo la instrucción del juez José Luis Calama. Por un lado, el empresario chileno Andrónico Luksic, que llegó a poseer el 4% del capital del banco, ha pedido la imputación del Banco Santander. Con un argumento jurídico muy endeble pero que, con cierta astucia, pone el dedo en la llaga de la gran burla que supuso la intervención de la Junta Única de Resolución europea, con la alemana Elke König a la cabeza, y que obtuvo en España su único y triste éxito.

Se pregunta Luksic por qué razon sólo acudió el Santander a la subasta perpetrada por la JUR con nocturnidad y alevosía, un 7 de junio de 2017. ¿Por qué, no acudió, por ejemplo, el BBVA que una año atrás ofreció 4.000 millones por el Popu? ¿Le estaban ofreciendo al Santander un patrimonio de 11.000 millones de euros por 1 euro y el BBVA se queda quieto? 

Por supuesto que lo que insinúa don Andrónico no es otra cosa que la verdad: aquello no fue una subasta, fue un regalo de la JUR al Santander a costa del Banco Popular para demostrar que podía cerrar la entidad que le diera la gana. Naturalmente, la JUR se cuidó mucho de cerrar el Deutsche por un euro, eso sí hubiera sido lógico, o el Monte de Piedad de Siena, por que ni alemanes ni italianos se lo iban a permitir.

Ahora bien, al mismo tiempo, el Santander puede replicar: ¿Y a mí que me cuenta? Me avisaron de que había una subasta y resulta que sólo acudí yo.

Elke König fue el verdugo del Popular pero quien le condenó a muerte fue... su propio presidente, un tal Emilio Saracho

A lo que estamos: la entrada del empresario chileno Andrónico Luksic en el Santander se produjo apenas una semanas antes de que Emilio Saracho, acompañado del comando Uría y Menéndez convencieran al Popular de que estaba en caída libre. A ver si nos entendemos, Saracho no llegó a la Presidencia para reflotar el Popular, sino para hundir al Popular y venderlo al mejor postor. Él desde luego, pensaba en el Santander pero Ana Botín comprendió en seguida que no tenía por qué pagar 1,000 millones cuando podía conseguirlo por 1 euro. 

Saracho se dedicó a hundir el Popular para ponerlo en mejor situación de venta. Ya saben "no tengo ni puta idea de cómo se gestiona este puto banco". Pues bien, cuando el chileno Luksic compra el 4% del Popular y la acción, en caída libre, repunta en un solo día en 700 millones de euros, Saracho exhala otro de sus gritos en presencia de directivos del banco: "El puto chileno me ha jodido el 'deal'". Es decir, el negocio. Al parecer, el cometido del presidente del Banco Popular consistía en hundir el Banco Popular para forzar una venta a bajo precio, a un tercero. ¿Al presidente del Popular le fastidiaba que el Popular remontara en bolsa? Sí. 

Es más, en principio se negó a que se informara sobre la compra de Luksic, cuando era una gran noticia para el banco. Y entonces fue cuadno empleó otra de sus sarachadas: "Nadie coge un cuchillo cuando está cayendo". Pero, hombre, don Emilio, y yo que pensaba que su cometido como presidente consistía, precismente, en evitar que cayera el cuhcillo sobre su banco... Por cierto, por menos de cuatro meses de trabajo, Saracho cobró 4,5 millones de euros... del Popular. No está mal.

Para entendernos: Saracho no llegó a la Presidencia del Popular para reflotarlo sino para venderlo y a bajo precio.... el puto chileno le había jodido el negocio. Por eso fuerza la insolvencia falsa. Días después llama a El Confidencial y este publica, según fuentes internas, que el banco está al borde del abismo. Y dos semanas después, con el valioso apoyo del comando Uría y Menéndez, el engañado Consejo del Popualr firma su sentencia de muerte: dice que era inviable cuando era perfectamente solvente, viable y hasta rentable. La huída de depósitos la provoca el propio Saracho, aprovechando a un inoperante Gobierno español, con Luis de Guindos en Economía y favoreciendo el imperialismo alemán. Y no digo que el Santander jugara sucio, sólo que se aprovechó de que el Pisuerga pasaba por Valladolid. Al final se lo pusieron tan fácil que Ana Botín pudo prescindir hasta de Saracho: Roma no paga traidores.

El juez José Luis Calama trata de salvar su posición, después de que sus propios peritos le desautoricen, al concluir que es ilegal aplicar la normativa bancaria con efecto retroactivo. Vamos, que el Banco Popular era solvente y viable

La otra novedad es que el simpático Félix Revuelta, el hombre de Naturhouse, se persona como damnificado, porque perdió 45 millones de euros en el Popular. Pero hombe, don Félix ¿no era usted el mismo que en el momento de la intervención y regalo al Santander, dijo aquello de que unas veces se gana y a veces se pierde y no opuso ni la menor crítica a la liquidación del que fue el primer banco del mundo? 

Por lo demás, el juez José Luis Calama trata de salvar su posición, después de que sus propios peritos le hayan desautorizado, al concluir que es ilegal aplicar la normativa bancaria con efecto retroactivo. Vamos, que el banco Popular era solvente y viable.

En cualquier caso, tiene su aquel que el único banco europeo cerrado por la autoridad competente fuera un banco español, que fue el banco más rentable de Europa.