'Brecha generacional. Cómo el sistema de pensiones y el modelo fiscal penalizan a los jóvenes españoles', se titula el estudio publicado en septiembre por el Instituto Juan de Mariana (IJM). En el mismo aseguran que, "mientras el discurso político del gobierno sigue centrado en cebar un falso relato de “desigualdad de clase”, los datos muestran que las diferencias económicas más significativas y relevantes en la España de 2025 no son las que separan a “ricos” y “pobres”, sino las brechas en la capacidad económica de jóvenes y mayores".

Para el Instituto, "Lamentablemente, la discusión económica sigue centrada en cómo repartir una tarta económica cada vez más pequeña, destinando las porciones más grandes a los grupos de mayor edad, y no en hacer crecer el tamaño total de la tarta, asegurando al mismo tiempo que en los retornos del trabajo no se vean crecimientos recortados por el coste del sistema de pensiones. Es necesario un cambio de enfoque: en vez de insistir en redistribuir riqueza en una economía que se empobrece, la meta debe ser la consolidación de un marco dinámico y productivo que permita a todas las generaciones -jóvenes y mayores- alcanzar niveles de vida cada vez más altos y sostenibles a largo plazo".

Y es que los datos no dejan indiferente a nadie: 

  • La Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España publicada en 2024 muestra que, en 2002, los menores de 35 años poseían el 7,5 por ciento de la riqueza nacional. En cambio, en el año 2022, este grupo de población había experimentado un desplome hasta situarse en el entorno del 2 por ciento del total.
  • Los datos presentados por el Banco de España reflejan que los nacidos entre 1986 y 1995 tenían, a los 35 años, una riqueza neta media de 45.000 euros, frente a los 120.000 euros que acumulaban con dicha edad quienes nacieron veinte años antes.
  • Mientras que el 81 por ciento de los nacidos entre 1945 y 1965 eran propietarios a los 42 años, esa cifra ha caído por debajo del 50 por ciento para los nacidos después de 1985.
  • En la actualidad, la proporción de jóvenes con hipoteca apenas llega al 20 por ciento.
  • De hecho, apenas el 30 por ciento de quienes tienen menos de 35 años cuenta con una vivienda en propiedad, porcentaje que llegaba al 60 por ciento en 2002.

La presente situación "no es fruto del azar ni de la mera evolución demográfica, sino el resultado de decisiones políticas que se han acumulado a lo largo del tiempo. El sistema impositivo, la política de ayudas y transferencias públicas, el cerril intervencionismo del mercado de la vivienda y las malas decisiones de política económica han tenido el efecto de perjudicar sobremanera a los jóvenes, mientras que en el caso de los mayores se ha adoptado una agenda explícita de protección de sus rentas, como ilustra el hecho de que los partidos políticos rivalicen a menudo por exhibir un mejor desempeño en materia de subidas de las pensiones mientras prestan mucha menos atención a la situación económica de los jóvenes".