Como ya advertimos en Hispanidad los fondos propietarios del 50% de Masorange, KKR, Cinven y Providence, no quieren esperar hasta abril de 2026 para salir de la compañía y recoger las abultadas plusvalías que esperan percibir -lo que se conoce vulgarmente como dar el pelotazo-, y ahora lo ha confirmado la consejera delegada de Orange, Chrystel Heydemann.

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"La 'fiberco' crea valor. Así que no es un requisito previo o no. Crea valor por sí misma en el mercado español y por eso lo estamos haciendo (...) Por supuesto que en cualquier momento podemos tener una negociación entre los accionistas, pero hay un proceso muy claro hacia una IPO (salida a Bolsa)", ha destacado. La directiva también ha subrayado que el consejero delegado de MasOrange, Meinrad Spenger, está "muy centrado" en la consecución de sinergías y que la 'fiberco' con Vodafone es una "oportunidad" para crear valor en su negocio en España. En esa línea, también ha recalcado que la búsqueda de un tercer socio para la 'joint venture' de fibra sigue en proceso y que se mantienen las previsiones sobre que la operación se pueda cerrar dentro de poco.

Y es que el acuerdo de fusión incluye la posibilidad de sacar a Bolsa la compañía, pero esta posibilidad cuenta con un periodo de bloqueo de 24 meses a contar desde el comienzo de las operaciones de la teleco, es decir, que hasta finales de marzo de 2026 no podría concretarse. El acuerdo de fusión también contempla la opción de que la teleco gala tome el control de MasOrange, que es lo que pretenden los socios. Pero aquí hay otro problema: la deuda. 

Cerró el año en los 12.636 millones de euros, 75 millones más que en septiembre de 2024. ¿Supone un problema serio para la teleco que dirige Meinrad Spenger? Un problema serio no es, toda vez que el acuerdo con Orange incluye que el grupo francés se hará cargo de toda la deuda cuando compre el 50% que le falta, y el grupo francés, con participación del Estado, no tendría que verse comprometido por ese incremento de la deuda.

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Ahora bien, a nadie se le escapa que 12.636 millones es una deuda muy elevada para una compañía como Masorange. Precisamente, con el objetivo de reducir deuda, la teleco confía en dar entrada a un inversor financiero en la FiberCo que mantiene con Vodafone España. Está por ver, en cualquier caso, si será suficiente para aliviar la elevadísima deuda de Masorange y ablandar las exigencias de París.

Porque Orange tampoco está como para tirar cohetes. Así se puede desprender de su cuenta de resultados presentada este mismo martes, resgistrando unas pérdidas netas de 398 millones de euros en el primer semestre del ejercicio, frente a las ganancias de 824 millones de euros que obtuvo en el mismo periodo del 2024.

Según ha explicado el grupo francés de telecomunicaciones Orange, los 'números rojos' de la compañía se deben a la provisión de 1.272 millones de euros para el plan laboral acordado entre la empresa y los sindicatos el pasado febrero para el periodo 2025-2027: "Este acuerdo establece las medidas necesarias para anticipar las necesidades de personal, especialmente en actividades de alto crecimiento, y desarrollar las competencias necesarias para afrontar los retos del grupo en un contexto de importante evolución económica, competitiva y tecnológica". 

Si se excluye este impacto, el beneficio neto atribuido de la compañía ascendería a alrededor de 873 millones de euros, casi un 6% más que el año pasado. Asimismo, los ingresos alcanzaron los 19.853 millones de euros, en línea con los 19.839 millones de euros (+0,07%) del mismo periodo del curso previo. El resultado bruto de explotación después de arrendamientos (Ebitdaal) fue de 5.675 millones de euros, un 2,97% más en comparación con los 5.511 millones de euros de hace un año. Sin embargo, el resultado neto de explotación (Ebit) se situó en 685 millones de euros entre enero y junio de 2025, es decir, un 66,3%% menos que los 2.032 millones de euros del primer semestre del curso previo. De este modo, el margen de Ebit sobre la facturación del grupo Orange en la primera mitad del año fue del 3,45%, en torno a siete puntos porcentuales menos que el 10,24% con el que cerró junio de 2024. Y la deuda financiera neta de la compañía terminó junio en 23.294 millones de euros, lo que supone 812 millones de euros más que al cierre de 2024.

El que parece que va mejor es MasOrange, que facturó 3.777 millones de euros en el primer semestre del ejercicio, un 4,65% más en comparación con los 3.609 millones de euros del mismo periodo del curso anterior, y mejoró casi un 13% en términos interanuales su resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado, que cerró junio en 1.475 millones de euros.

Hay que recordar que Masorange comenzó a operar a finales de marzo de 2024, por lo que en la comparativa los datos correspondientes al primer trimestre del curso pasado son una combinación de los resultados de Orange y MásMóvil antes de la fusión.

El margen de Ebitda ajustado sobre la facturación de la teleco cerró junio en el 39,05%, casi tres puntos porcentuales por encima del 36,21% que registró al término de la primera mitad del año anterior. Por otro lado, el ingreso medio por usuario (ARPU) se situó en 52,1 euros, la misma cifra que hace 12 meses.

En resumen, por ahora, la gestión del CEO de MasOrange, Meinrad Spenger, procedente de MasMovil, como primer ejecutivo de la operadora fusionada, no parece muy brillante.