Decíamos ayer (canje de acciones trampa dimisión) que entre dos males, que Indra compre EME en metálico o que lo compre por canje de acciones, el mal menor era este último... pero que conste que sólo es el mal menor. Los hermanos Escribano, Ángel y Javier, presidente y vocal del Consejo de Indra, respectivamente, preferían embolsarse los 1.500 millones de euros en los que valoran la empresa de su propiedad, pero ya se han encontrado, primero tanto con la oposición de Luis Abril, como, en vísperas de la aprobación de la compra de EME, con la salida de la consejera Ángeles Santamaría “por razones personales”. Y ojo que también amenazaron con marcharse Belén Amatriain y Coloma Armero, pero al final no han dado la espantada.
Eso sí, la ralentización puede suponer una demanda, vía regulatoria (CNMV) o vía pequeños accionistas, que sería lo más lógico
Volvemos a insistir: resulta ‘cachondeable’ que un señor, Ángel Escribano, presida Indra y decida que Indra compre una empresa de su propiedad, llamada EME. Por eso quería, además, que la comprara en metálico, porque si la compra por intercambio de acciones, recuerden que Indra está disparada en bolsa, porque vivimos tiempos de guerra y el presupuesto público de Defensa se ha disparado y aún se va a disparar más. Aún así, los Escribano siempre pueden vender EME a cambio de acciones de Indra y al día siguiente, vender esas acciones.
Eso sí, al dilatarse la operación, ofrece tiempo a los bufetes de abogados que ya están trabajando en Madrid para una posible impugnación de la operación. Y lo lógico sería que fueran los pequeños accionistas, que son los perjudicados, quienes interpusieran la demanda.
Mientras, los grandes fondos se acercan a Indra al olor del presupuesto de Defensa, pero eso supone minusvalorar a EME, al menos, si vamos al canje de acciones
En el entretanto, las acciones de Indra no dejan de subir en bolsa y los grandes fondos de inversión se pegan por entrar en el capital. Lógico, y mientras el señor Putin continúe bombardeando Ucrania y Europa y Estados Unidos siga armando al ucraniano Zelenski, todos los fondos se pegarán por entrar en el capital de Indra. Ahora bien, quizás convenga recordar que Indra también tiene sus ‘problemillas’ de gestión: no te conviertes en un fabricante de armamento de alta tecnología ni en un mes, ni en un año, ni en un lustro.
Y encima, desde el mando del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño se sigue acordando de España... y ayudando a algunas de sus empresas. Por ejemplo, a Indra, que acaba de recibir 385 millones de euros.
Sencillamente, esta operaciòn no debió de plantearse nunca. Y todavía hay que sufrir que algunos medios hablen de que los hermanos Ángel y Javier Escribano tratan de evitar posibles “susceptibilidades”... sobre una operaciòn que la CNMV simplemente debería haber prohibido, y punto.