Llegan nuevas muestras de la ilimitada caradura de Sara Aagesen. Y es que ha afirmado que “siempre, por encima de todo, está la seguridad de suministro”, mientras sigue manteniendo el error de cerrar las centrales nucleares… que saldrá carísimo a España.

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La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está resultando ser aún más talibana verde que su predecesora y actual comisaria europea, Teresa Ribera, y para ello cuenta con la ayuda de otro talibán verde, el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard. Aagesen mantiene su cerrazón ideológica en lo que respecta a las nucleares, pero ha presumido de velar la seguridad de suministro, la cual muchos expertos y distintas voces han advertido que peligra si al final se cierran los siete reactores que hoy operan en nuestro país, los cuales representan la segunda fuente de generación de electricidad y encima lo hacen ¡sin emitir CO2

Aagesen se ha permitido hablar de seguridad de suministro justo cuando se ha conocido que Red Eléctrica va a limitar la entrada de electricidad renovable para evitar sobretensiones en la red como las que hubo el pasado septiembre, según informa El Mundo, aunque desde Red Eléctrica niegan estas últimas. Y es que, tal y como avanzó El Periódico de la Energía, Red Eléctrica (filial de Redeia que se encarga de la operación del sistema eléctrico) ha ordenado a las renovables que ralenticen a 15 minutos sus rampas de subida y bajada (o sea, el tiempo que tarda una de sus plantas en pasar de cero a cien) de potencia frente a los 2 minutos actuales. De esta forma, Red Eléctrica tendría más tiempo para responder a las fluctuaciones de tensión que generan las variaciones de dichas rampas. Todo esto no es baladí, y menos teniendo en cuenta las sobretensiones que ha tenido la red el pasado septiembre, a pesar de que está funcionando en modo reforzado desde el apagón que sufrió la Península Ibérica el pasado 28 de abril, o sea, se ha limitado a las renovables y se quema más gas natural en los ciclos combinados para producir luz, elevando la factura eléctrica. Y en el entretanto, el Gobierno Sánchez insiste en no rectificar el calendario de cierres de las nucleares y prorrogar su vida útil, abocando al país a cometer el mismo error que Alemania, y yendo a contracorriente de la política energética de multitud de países.

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Al hilo del famoso apagón, cabe recordar que Beatriz Corredor, exministra socialista y amiga de Pedro Sánchez, sigue al frente de Redeia... y culpando a las eléctricas. Hace unos días, se ha conocido el informe del grupo de expertos creado por la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), que ha responsabilizado tanto a Red Eléctrica como a la elevada producción de renovables, al señalar que la falta de coordinación en el control de tensión fue el elemento desencadenante principal del apagón del pasado 28 de abril y que la elevada generación renovable no ayudó a evitar que se propagara. 

Recuerden que hace unas semanas, se ha señalado a España, Irlanda y Finlandía como los países europeos más expuestos a tener apagones... por falta de interconexiones. Nuestro país cuenta con interconexiones con Francia, Portugal y Marruecos, pero en un nivel bastante mínimo, y desde el pasado 28 de abril no se han acelerado las inversiones para mejorarlas. Y encima, hay saturación en la red eléctrica.

Y en paralelo, por si la caradura de Aagesen no fuera bastante en materia energética, también se extiende a cuestiones meteorológicas. Y es que cuando han pasado poco más de 11 meses de la trágica DANA, que causó 227 muertos, se ha permitido señalar que “las danas deben de servir de concienciación para la ciudadanía”