Vivimos en la era del monetarismo. Las políticas económicas consisten, no en producir bienes y servicios, sino en producir dinero. Este es el secreto del porqué la economía del siglo XXI marcha siempre mal. Bueno, hoy peor que ayer y mejor que mañana: producimos demasiado dinero y el dinero sólo es un instrumento de intercambio, no puede constituir el fin de la economía. Ese no es el biotipo del 'homo economicus' sino del avaro.

El Reino de España no va a poder colocar su deuda con tanta facilidad como hasta ahora. Cierto, pero así evitaremos la irresponsabilidad de políticos corruptos como Pedro Sánchez, que compran votos cautivos con el dinero de los demás

La presidenta -¿gobernadora?- del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, se ha empeñado en retrasar la subida de tipos al tiempo que se niega a concretar el ritmo de la retirada de estímulos, que se ha visto obligada a aceptar. Incluso ha osado reconvenir a su segundo, el español Luis de Guindos, quien ha pronunciado el veredicto correcto; hay que empezar a subir los tipos ya mismo.

Es decir, que el BCE dejará de comprar deuda pública a los Estados europeos, hiperendeudados por mor de políticos irresponsables, del tipo Pedro Sánchez, que todo lo arreglan emitiendo deuda.

Al drogadicto hay que prohibirle la droga aunque sepamos que va a sufrir. Y en el siglo XXI, el océano de liquidez se ensancha con otro narcótico, el del bitcoin

Empecemos por el principio: ¿por qué defiendo la subida de los tipos de interés y del precio oficial del dinero?

Pues porque no subir el precio del dinero devalúa toda la economía mundial. Y lo primero que devalúa son los salarios.

Por eso defiendo que suban los tipos así como la retirada de estímulos... aunque sé que esa subida va a resultar muy dura para todos los españoles. Es decir, España no va a poder colocar su deuda con tanta facilidad como hasta ahora. Cierto, pero así evitaremos la irresponsabilidad de Pedro Sánchez, que compra voto cautivo con el dinero de los demás y endeuda al menos a un par de generaciones. Recuerden: por cada medio punto que suban los tipos de interés, sólo en intereses, España tendrá que pagar 15.000 millones de euros más por su endeudamiento.

Y sí: el precio del dinero va a subir, a pesar de los melindres de Christine Lagarde. Y eso es bueno aunque en principio resulte doloroso

Veamos: al drogadicto hay que prohibirle la droga aunque sepamos que va a sufrir. 

Máxime cuando vivimos el siglo del monetarismo y del exceso de dinero desde que el bueno de Richard Nixon cometiera la plancha de acabar con el patrón-oro, en 1971. Han sido 50 años caminando hacia el desastre. Y ahora con un narcótico extra, nacido en el siglo XXI: las criptomonedas, que multiplican aún más la masa monetaria, la cantidad de dinero en circulación... y encima sin necesidad alguna. Las monedas virtuales no sirven para nada: sólo para especular.

¿Por qué el dinero no puede costar cero? Por la misma razón por la que nuestros padres vivían menos agobiados con un salario que era la décima parte que el nuestro

En cualquier caso, el precio del dinero va a subir, a pesar de los melindres de Christine Lagarde. Y eso es bueno, por más que nos resulte doloroso.

La pregunta clave es: ¿por qué el dinero no puede costar cero? Pues porque se devalúa toda la economía mundial, también las rentas familiares. Pregúntense por qué nuestros padres vivían menos agobiados que nosotros con un salario menor que el nuestro. La respuesta es muy simple: porque había menos dinero en circulación.

El primer efecto de los tipos en negativo no es la inflación -causa, no consecuencia- sino que todo deja de tener precio. Y eso termina por ser injusto, sobre todo con los más débiles

Además, el primer efecto de tipos cero, no digamos nada tipos en negativo, no es la inflación -causa, no consecuencia- sino que todo deja de tener precio. Y eso termina por ser injusto, sobre todo para los más pobres. Porque lo primero que se devalúa es su salario. Con tipos en negativo el dinero no vale nada: y eso tiene un coste, un coste pavoroso.