Está muy bien que el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, haya criticado  la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), pero hubiera estado aún mejor que hubiera visto llegar 'el gol' que desde Moncloa le iban a marcar cuando se aprobó y no haberla apoyado en su momento. Era "necesaria" dice Amor, pero ha lamentado que "el sistema no ha funcionado como todos preveíamos" porque, a su juicio, favorece a las empresas mas grandes y penaliza a pymes y autónomos... ¡no me digas! ¡No lo vimos venir!

En una entrevista concedida a Europa Press, el presidente de los autónomos ha manifestado que un 75% de los autónomos han pagado menos o igual, mientras que un 25% ha tenido que pagar 450 euros más de lo que pagaban en el año 2022. Ha señalado "la falta de agilidad de la regulación" siendo participe de ello la extensión de la duración en la implantación de la reforma, que según ha aclarado el presidente de autónomos, "debería de haber terminado en el año 2023, pero que ha terminado en junio del año 2025".

Ha culpado a una serie de errores de interpretación que, según ha manifestado, "han perjudicado a los autónomos", siendo afectados aquellos que cotizan en la base máxima en el régimen general, a los cuales ha especificado que "se les ha querido cobrar en la base máxima también en el régimen de autónomos" a pesar de que, como ha señalado, "solo existe una base máxima para todo el sistema, independientemente de los diferentes regímenes de cotización que hay".

"No se puede iniciar un proceso de negociación sobre nuevas cotas mientras persistan problemas que han perjudicado a los autónomos en este año" y es que recordemos que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se reunió el 14 de julio,con los agentes sociales para negociar el nuevo esquema de cotización de autónomos.

Haciendo gala una vez más de que son el Gobierno más progresista y donde el diálogo social es la bandera, al encuentro no acudió ATA, según anunció su propio presidente. Forma de operar ya habitual en Moncloa, lo han hecho con las pensiones, el aumento del salario mínimo... Es decir, en la reunión donde se intentaba corregir "todos los problemas" detectados en el esquema de cotizaciones que echó a andar en 2023, no fue la patronal de autónomos. 

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Que quede claro que el objetivo de la reforma ya lo aclaró la ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, es “mantener un sistema justo, comprensible y previsible”, que “no deje nadie atrás”. En otras palabras, Saiz continuará subiendo las cuotas de autónomos en 2026, en la misma línea del sistema puesto en marcha por su antecesor, José Luis Escrivá.

Se trata de pagar a la Seguridad Social según los rendimientos netos, de tal manera que el que más gana más paga, supuestamente a cambio de mayores coberturas sociales. Algo que según la minista era una reivindicación histórica de los autónomos, cansados de pagar poco a la Seguridad Social. Ahora pagan más, lo que les hace más felices.

El 'problema' era que el 90% de los autónomos cotizaba por la base mínima y, por tanto, apenas tenían coberturas sociales, y olvídese usted de la pensión. Seguramente podrán pensar que el autónomo no quiere nada de eso, sino que él ya se encargará de sus propias coberturas sociales y de su jubilación, pero no. Elma y José Luis sabían que los autónomos anhelaban contribuir más con el estado para tener listas de espera en la seguridad social o disfrutar de un sistema de pensiones quebrado. En definitiva, los autónomos pagarán más aunque no quieran. 

"La Seguridad Social tiene que devolver y restituir todo lo que se ha hecho mal en la regularización del año 2023", ha asegurado Amor.