Los tres consejeros de la SEPI en Indra, Antonio Cuevas, Miguel Sebastián y Juan Moscoso, no se llevan bien entre ellos. Incluso, nobleza obliga, aún no han adoptado una actitud inequívoca -aunque, créanme, será positiva- sobre la operación abyecta, la compra de EME, propiedad de los Escribano, por Indra.
En cualquier caso, Moscoso es un consejero Dominical light, mientras Antonio Cuevas y el ex ministro Miguel Sebastián no suelen estar de acuerdo en casi nada pero, a la postre, obedientes, siempre votan al unísono. Y, por supuesto, votarán 'sí' a la futura compra de la empresa de los hermanos Escribano, Ángel y Javier, por la empresa presidida por Ángel Escribano con Javier Escribano como vocal. Algo más que un conflicto de intereses: algo impresentable. Pero no olviden que en Indra no manda el principal accionista, la SEPI: manda Moncloa, manda Manuel de la Rocha.
Ha habido tres consejeros independientes de Indra que se han opuesto a la operación y ya están fuera. El primero, el español que llegara más alto en la estructura de Volkswagen: Francisco Javier García Sanz. Luego, el hombre que más firmemente se ha opuesto a la compra de EME, el consejero y director general de Minsait, Luis Abril Mazuelas y, en los últimos días, la que fuera directora general de Iberdrola de España, Ángeles Santamaría, quien dimitió por carta, por razones personales.
No acababa allí la oposición a la operación abyecta. A punto de firmarse el acuerdo, y cuando ya se habían elegido valoradores, se plantan otros dos independientes: Belén Amatriaín y Coloma Armero. Consiguen que se retrase la operación hasta noviembre y, en el entretanto, Indra sigue subiendo en bolsa y los Escribano tratan de hinchar EME. Además, la operación ya no será una compra en metálico para rellenar los bolsillos de los Escribano sino por intercambio de papeles. Nada impide a los Escribano vender los papeles obtenidos al día siguiente, pero ya pone más difícil una valoración exagerada, interesadamente exagerada, de EME.
Más conflictos: Aperribay está celoso del poder de los Escribano mientras que a Oughourlian le importa un bledo el proyecto; compró a 14 euros y ahora está a 38... y aún seguirá subiendo. El presidente de PRISA no es más que un especulador y encima, no sabemos quién está detrás de él
En cualquier caso, Armero y Amatriaín podrían abandonar el consejo de Indra en octubre y la operación se cierra en noviembre.
El resto del Consejo es pan comido. Por ejemplo, los independientes Bernardo Villazán, un profesor universitario que nunca da problemas, Olga San Jacinto y Virginia Arce... que tampoco proporcionarán quebraderos de cabeza a la Presidencia.
Los 'independientes' que han sustituido a Luis Abril y Francisco Javier García Sanz, son Josep Oriol Piña, cuota catalana, y Eva María Fernández. Con decirles que Fernández era la consejera en cuyo fichaje más interés tenía el presidente, Ángel Escribano...
Otros vocales de más interés: los dominicales Jokin Aperribay (SAPA) y Pablo Jiménez de Parga (AMBER Capital). Aquí hay que distinguir: los vascos de SAPA poseen un 8% de Indra y una tecnología más que aceptable. Don Jokin está algo envidioso de lo mucho que han subido los Escribano (14,5% del capital) y lo poco que ha subido él. Sus relaciones con los hermanos de EME son cada vez peores.
Luego está Amber Capital, del insigne presidente del grupo PRISA, Joseph Oughourlian -más del 7% del capital- representado en el Consejo por Pablo Jiménez de Parga. Para entendernos, Oughourlian es un especulador rampante, le importa un pimiento la compra de EME y le importa un pimiento Indra como empresa: compró a 14 euros y ahora está a 38... y aún seguirá subiendo, mientras en los próximos tres años tenga asegurado un buen número de pedidos del Ministerio de Defensa. Pedidos que, ojo, deberán cumplir porque, y esta es la gran verdad oculta de Indra, ahora mismo no está preparada para fabricar todo lo que precisa el rearme español: no dispone ni de tecnología suficiente ni de una cadena de montaje que le permita fabricar todo lo que el Ejército necesita.
Y cuidado porque la unión entre Manuel de la Rocha, el aún todopoderoso asesor económico del presidente Sánchez, y Ángel Escribano se ha resentido. La relación de La Rocha siempre ha sido mejor con Javier Escribano, pero ahora mismo no atraviesa su mejor momento.
Pero recuerden que Oughourlian está a favor de la operación EME mientras considere que Indra puede seguir subiendo. Cuando considere que ha tocado techo venderá y se marchará.
Don Joseph está comprometido consigo mismo y con nadie más, y, encima, no sabemos quién está detrás de Amber. Desde luego, no él.
Pero el problema es el predicho: Indra sigue batiendo récords en bolsa. Ha entrado en una nueva dimensión donde la división de defensa tiene un futuro grandioso: es 'el futuro'. Ahora bien, Indra es una empresa 'rara' en el sentido de que, en el fondo, sólo tiene un cliente: el Estado. O muchos clientes por muchos Estados. Eso es una tranquilidad pero también un peligro inminente y permanente.
Por cierto, ¿la fusión entre Telefónica e Indra bajo la dirección de Marc Murtra es una idea totalmente abandonada? No, no lo es, aunque su ejecución es más difícil aún que las ya difíciles trayectorias de ambas empresas por separado
En cualquier caso, a Indra le toca correr, en capacidad tecnológica e industrial. Si no lo hace, igual que se ha disparado en bolsa se volverá a disparar... pero hacia abajo.
Y hasta noviembre, todavía queda tiempo para regresar a la cordura. Si los Escribano no controlan la Presidencia y su puesto en el Consejo, por su 14,5% de capital, ¿por qué no seguir alimentando EME como proveedor de los fortísimo pedidos de Indra?
En cualquier caso, conviene no perder el hilo con Moncloa... como tampoco les conviene que Pedro Sánchez deje la Presidencia.
Por cierto, ¿la fusión entre Telefónica e Indra bajo la dirección de Marc Murtra es una idea totalmente abandonada? No, no lo es, aunque su ejecución es más difícil aún que las ya difíciles trayectorias de ambas empresas por separado.