Decíamos, tiempo atrás, que Google es el parásito, ladrón, censor y abusón de la prensa libre. Y no lo decíamos por decir. Resulta que copia las noticias de los medios informativos, es decir, es un verdadero parásito. Además, le roba a la prensa, a la radio y a la TV su medio de subsistencia, la publicidad. Sí, a los medios, con las propias noticias de los medios, que son los que generan publicidad y, si te portas bien, te reparte unas migajas de sus cuantiosos ingresos, conseguidos gracias los propietarios y hacedores de esa información: los periodistas.
Encima, Google censura ideológicamente lo que no le gusta. Por ejemplo, cualquier visión cristiana, por ejemplo, la defensa de derecho la vida o la defensa de la familia natural. El buscador es bastante cristófobo... progresista. Y en cualquier caos, decide lo que se lee y lo que no se lee.
Google ha destrozado a toda la prensa mundial y se ha convertido en un monopolio en las búsquedas por Internet, causa más que suficientes para que se le prohibiera operar, por ejemplo en Europa -no olvidemos que es un producto norteamericano- o colocarle un arancel de pongamos el 100 por 100.
Pero lo malo es que ahora da un paso más. El buscador de Serguei Brin y Larry Page aplica su inteligencia artificial para hacer lo siguiente: en el cabecero de los resultados de cualquier búsqueda, su IA pergeña, en cabecera, un resumen de la información que ofrecen los medios. Conclusión: con la IA Google le ha quitado a los medios un 70%, según algunos estudios, de la lectura en Internet... parásito, ladrón, censor, abusón y depredador.
No es de extrañar que varios medios norteamericanos le hayan llevado a los tribunales. Pero, recuerden, el arruinado tiene más prisas por lograr el veredicto judicial definitivo... que el ladrón. Este no suele tener prisa por escuchar el veredicto definitivo y, además, dispone de mejores abogados.
Google es, en efecto, el destructor de la prensa libe sin la cual no hay, por ejemplo, democracia: ¿nos damos cuenta de lo grave que es esto?