El Intel Foundry Services, es el verdadero problema de Intel, el que fuera gigante tecnológico de los años 70 cuando puso en el mercado, (del que iba a tener el dominio absoluto décadas después), procesadores para ordenadores.
Despidos los que anuncia la compañía que podría llegar a superar los 25.000, holgadamente. El nuevo CEO, Lip Bu Tan tiene claro que debe, casi, casi, reinventar la compañía para paliar la profunda crisis que atraviesa. Y aunque el directivo no ha mencionado de cuántos trabajadores va a prescindir, lo que sí aseguró es que planea acabar el año con 75.000 respecto a los 108.900 de finales del año pasado, y a los algo más de 96.000 contabilizados en junio.
Los resultados presentados el pasado 25 de julio, correspondientes al segundo trimestre de 2025, sÓlo certifican la situación de Intel, a pesar que superaron las ‘bajas expectativas’ del mercado.
El nuevo CEO planea acabar el año con 75.000 trabajadores respecto a los 108.900 de finales del año pasado, y a los algo más de 96.000 contabilizados en junio
Ingresos de 12.900 millones de dólares en el segundo trimestre de 2025, por encima de las previsiones de los analistas que se elevaban hasta los 11.920 millones, frente pérdidas netas de 2.900 millones, mucho más que las pérdidas por 1.610 millones del mismo periodo del año anterior.
Intel está sufriendo. Está prácticamente al margen de la floreciente industria de chips de IA, dominada por Nvidia, mientras que su rival AMD ha ido ganando terreno en los semiconductores para ordenadores personales y servidores, claves para el negocio de Intel.
Los planes de Lib BuTan pasan por hacer borrón y cuenta nueva. "Ya no hay cheques en blanco", decía en un mensaje a sus empleados. "Toda inversión debe ser rentable. Construiremos lo que nuestros clientes necesitan, cuando lo necesitan, y nos ganaremos su confianza mediante una ejecución consistente". Y ahí es donde entra en juego las denominadas ‘fábricas’, es decir, el negocio de Intel Foundrt, que fabrica chips para terceros, y que sigue siendo una fuente de pérdidas. En el segundo trimestre, esta división perdió 3.170 millones de dólares sobre ingresos de 4.400 millones.
Cuando hablamos de Intel Foundry Services, (que cuenta con su propio consejo de administración y operará como una entidad semiautónoma), hablamos de una unidad de negocio destinada a diseñar chips prácticamente a medida y adaptados a la demanda del cliente. Ya no se trata de fabricar ‘a destajo’ sino de hacerlo bajo demanda, con una características concretas y, sobre todo, con un alto grado de desarrollo tecnológico.
“El enfoque en Intel Foundry (la división de fundición) es visto como algo necesario”, explica Antonio Castelo, analista de iBroker “sin embargo, los analistas se muestran escépticos sobre la capacidad de Intel para ejecutarlo de manera eficiente y a tiempo para cerrar la brecha tecnológica con otros competidores”. Por ejemplo, el futuro del 14A (la próxima generación de tecnología de fabricación de chips que la compañía planea introducir alrededor del año 2027), dependerá de pedidos que hayan confirmado los clientes. Así que, si Intel no logra reanimar a Intel Foundry Services, este nuevo chips corre peligro de fracasar.
“La llegada de Lip-Bu Tan como nuevo CEO de Intel el pasado marzo marcó un intento claro por parte de la compañía de iniciar una profunda reestructuración con el objetivo de recuperar el liderazgo en el competitivo sector de la fabricación de semiconductores”, opina Paula Esteban, analista de mercados. “Sin embargo, el cambio de liderazgo ha sido interpretado más como una medida defensiva orientada a la supervivencia que como una señal de fortaleza estratégica”.
Las denominadas ‘fábricas’, es decir, el negocio de Intel Foundrt, hace chips para terceros y sigue siendo una fuente de pérdidas. En el segundo trimestre, esta división perdió 3.170 millones de dólares sobre ingresos de 4.400 millones
La cotización de la compañía está en mínimos de los últimos cinco años, periodo en el que se deja cerca de un 60%. Hoy sus títulos valen 20,70 dólares, lejos de los 64 que alcanzó en el año 2000.
Para conocer la situación actual de Intel es importante saber de dónde venimos.
Intel Corporation fue fundada el 18 de julio de 1968 por dos pioneros de la industria de semiconductores: Robert Noyce y Gordon Moore. Poco después se unió Andy Grove, quien sería fundamental en la gestión y la cultura de la empresa. El nombre "Intel" proviene de Integrated Electronics.
Inicialmente, Intel se centró en la fabricación de memorias de semiconductores, en particular memorias RAM estáticas (SRAM) y dinámicas (DRAM). Su primer producto exitoso fue la memoria i3101 en 1969, pero el verdadero punto de inflexión llegó en 1971 con la invención del Intel 4004, el primer microprocesador de un solo chip disponible comercialmente en el mundo y que marcó el inicio de la era de los microprocesadores y sentó las bases para la revolución de los ordenadores personales.
A lo largo de los años 70, Intel continuó innovando con microprocesadores como el 8008 y el 8080, que se convirtieron en el "cerebro" de las primeras microcomputadoras, culminando su éxito en 1978 y en 1979 con el lanzamiento del Intel 8086 que fue elegido por IBM para su primer Personal Computer (PC) en 1981.
Los años 90 y gran parte de los 2000 marcaron la "edad dorada" de Intel, consolidando su dominio y convirtiéndola en una de las empresas más influyentes del mundo, tras su alianza informal pero poderosa con Microsoft: Windows (el software) e Intel (el hardware) creó un duopolio que dominó la industria informática. La inmensa mayoría de los ordenadores personales funcionaban con chips Intel y software de Microsoft.
Intel Corporation fue fundada el 18 de julio de 1968 por dos pioneros de la industria de semiconductores: Robert Noyce y Gordon Moore. Poco después se unió Andy Grove, quien sería fundamental en la gestión y la cultura de la empresa. El nombre "Intel" proviene de Integrated Electronics
El lanzamiento de Pentium en 1993, tras una potente campaña de marketing ("Intel Inside"), le convirtió en un nombre familiar y sinónimo de potencia informática, impulsando un crecimiento masivo y el reconocimiento de la marca a nivel global. Intel siguió lanzando generaciones de procesadores más potentes y eficientes, elevando constantemente el rendimiento y la velocidad de procesamiento.
Con el nuevo siglo Intel se expandió a otros componentes cruciales como chipsets, tarjetas de red, y otros semiconductores. Realizó adquisiciones estratégicas para fortalecer su cartera, como McAfee (seguridad) y Mobileye (tecnología para vehículos autónomos) y el grupo era reconocido no ya sólo por el diseño de sus chips, sino también por ser líder en la fabricación.
A finales de la década de 2010 y principios de los 2020, Intel comenzó a mostrar signos de vulnerabilidad. Mientras competidores como TSMC (uno de los principales fabricantes de chips del mundo, especializado en la producción por contrato y del que se habla como su posible rescatador) y Samsung avanzaban, Intel se estancaba camino de perder la ventaja tecnológica que hasta entonces tenía.
Gracias en parte a los problemas de fabricación de Intel, AMD (multinacional estadounidense de semiconductores) experimentó un impresionante crecimiento, ganando cuota de mercado tanto en PCs como en servidores.
Después, el desarrollo de la Inteligencia Artificial impulsó a Nvidia a la vanguardia con sus GPUs, y la arquitectura ARM comenzó a ganar terreno en dispositivos móviles y, gradualmente, en el mercado de PC (con Apple Silicon).
Intel experimentó cambios en la dirección ejecutiva, buscando una nueva visión para abordar estos desafíos. Pat Gelsinger fue nombrado CEO en 2021 con la misión de revitalizar la empresa. Algo que finalmente no consiguió.
Gelsinger fue sustituido por Lib- Bu Tan en marzo de este año.