Dos noticias en esta mañana del lunes. Por una parte, el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard Payeras, y el presidente de Enerclub y de Naturgy, Francisco Reynes, presentaron el Balance Energético, una especie de memorial energético. 

Total, que Joan Groizard, secretario de Estado de Economía, el más talibán del Ministerio de Transición hacia un planeta mejor -difícil concurso- ha insistido en que la soberanía energética depende la transición climática que consiste, mayormente, en muchas huertas solares.

En fin, más de lo mismo.

Una hora antes, hablaba en el Foro de la Nueva Economía el proceso de Endesa, Pepe Bogas, quien últimamente no tiene muchos pelos en la lengua. Así, el primer ejecutivo de Endesa se ratificó en las tres cuestiones del momento. En primer lugar, hay que renovar la vida útil de los actuales siete reactores nucleares españoles. En segundo lugar, la culpa del apagón del 28 de abril no fue de las eléctricas sino de la estatal (vale, público-privada) Redeia, presidida por Beatriz Corredor. Tercer lugar, España en efecto, necesita, y con urgencia, reforzar sus redes, pero la remuneración que ofrece la CNMC, de suyo un organismo muy independiente del Gobierno, resulta que no es suficiente y que con esa remuneración rácana las compañías no invertirán un euro. 

Lo cual demuestra que el Gobierno español no está dispuesto a poner orden en el sistema eléctrico... ni tan siquiera tras un apagón que convirtió a España en el hazmerreír de Europa.