Todo el mundo, yo el primero, esperaba que la aceptación de la OPA del BBVA sobre el Sabadell terminara en el 40%, por encima del 30% y por debajo del 50%. Con ello se abría a un escenario imposible pero Carlos Torres podría hablar de éxito.

Ahora bien, cuando el porcentaje de aceptación, ya certificado por la CNMV, ni tan siquiera ha alcanzado el 26%, -se ha quedado en el 25,47%- sólo puede hablarse de un fracaso del protagonista de la OPA, Carlos Torres, tanto en su valoración del Sabadell como en la gestión de la OPA que, cuando menos, podemos calificar de prepotente.

En suma, un verdadero jarro de agua fría. Y no, decir que no ha pasa nada, tal y como han insistido, poniéndose la venda antes de la herida, el presidente del BBVA y su CEO, el turco Onur Genç, es confundir tus deseos con la realidad.

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A partir de ahora, se abren tres opciones: La primera es que Ana Botín se lance a una fusión Santander-BBVA. Se crearía el primer banco europeo de banca doméstica, formado por dos bancos solventes y rentables y se daría el salto definitivo hacia la banca digital... con sus luces y sus muchas sombras. Además, se obtendría la masa crítica para plantearse el gran sueño de Ana Botín: un gran banco de inversión española.

Por su parte, Carlos Torres endulzaría su fracaso aunque ya se sabe que esa fusión entre Santander y BBVA proporcionaría al actual presidente del BBVA un dorado camino... de salida.

La segunda opción es interna: Jaime Caruana como nuevo presidente de BBVA. Ha sido gobernador del Banco de España, máxima autoridad del banco de bancos centrales, el BIS de Basilea y lleva muchos años como consejero  de BBVA. El problema es que el mismo Gobierno intervencionista hasta la médula que se ha cargado la OPA de BBVA sobre el Sabadell -sí se la ha cargado Moncloa... con la colaboración de un Torres prepotente- se opondría a la opción Caruana, quien, en el sectario y enloquecido imaginario sanchista, calificarían como: "no es de los nuestros".

La tercera opción es que Pedro Sánchez entregue el BBVA al PNV. En el partido, hoy liderado por Aitor Esteban, otro personaje que de las empresas lo único que le interesa es controlarlas, les encantaría que les "devolvieran" el BBVA, 'su' banco. Desde luego, en ese caso, hay un nombre candidato a presidir el BBVA: José Ignacio Goirigolzarri. Nadie puede negarle su experiencia y su currículum brillante como banquero, es un nacionalista vasco, moderadísimo, sería aplaudido por el mercado y el próximo 1 de enero vence su año de incompatibilidad, tras su salida de la Presidencia de Caixabank.

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En cualquier caso, Carlos Torres, antes o después, por la puerta grande o por la puerta pequeña, tendrá que irse del BBVA. Eso de que aquí no ha pasado nada...

Lo peor: que, como creo haber dicho antes, el Gobierno más intervencionista de toda la historia democrática, el de Pedro Sánchez, podrá apuntarse esta victoria. ¡Mira que son pesaditos estos sanchistas!

Se me olvidaba: ¿el fracaso de la operación, independientemente del porqué, es bueno para la economía y para el sector bancario español? Sí. 

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