Habla William Richard Titterton, un periodista británico de raza, fallecido en 1963, amigo y redactor jefe de Chesterton durante años. Miembro de los clubes distributistas, naturalmente, y con su estilo alegre comenta la encíclica más conocida del Papa León XIII, la Rerum Novarum, que considera como el inicio de la economía cristiana:

"No voy a analizar aquí la Rerum Novarum. Se puede comprar por poco dinero y se leen una sentada. Pero demuestra que la familia es la unidad básica del Estado y que el Estado existe para defender a la familia. El Papa defiende la propiedad y demuestra que la acumulación de riqueza en pocas manos es, el socialismo, la negación de la idea de la propiedad y llevar a la esclavitud, igual que el socialismo. Demuestra que la familia necesita propiedad para defenderse, para ser libre. Y por eso urge alguna distribución de la propiedad".

No he visto un resumen más sucinto ni más riguroso de la encíclica social por antonomasia, del documento donde nació la Doctrina Social de la Iglesia.

Chesterton lo explicaba así: ¿Qué más me da que todas las tierras del condado sean del Estado o sean del Duque de Sutherland? El caso es que no son mías".

Francis Bacon, que nos tenía poco cariño, también acierta con su simil: la propiedad privada es como el estiércol: estupenda siempre que esté muy repartida.

Pero Titterton también se refiere a la necesidad de que la familia posea alguna propiedad que pueda utilizar en favor de sus hijos. Lo que ahora, en 2025, se impone es que la familia no necesita tener propiedad alguna porque todas sus necesidades serán aportadas por el Estado. Es decir, se ha invertido el principio: no es el Estado quien está al servicio de las familia sino ésta al servicio del Estado a cambio de recibir unas las limosnas con las que no vive, sólo sobrevive.