Importante noticia en favor de la vida la que se ha producido en Eslovenia y que ha pasado muy desapercibida en la mayoría de medios.

Sin embargo, Infocatólica recoge que, en ese país, este fin de semana se realizó un referéndum sobre la eutanasia y el resultado fue la negativa de los eslovenos a aprobar una ley que permite acabar con la vida de otra persona a petición propia. 

En julio de este año, el Parlamento esloveno aprobó una ley para legalizar la eutanasia

Sin embargo, un grupo de ciudadanos emprendieron una recogida de firmas para lograr la convocatoria de un referéndum sobre la eutanasia, cosa que lograron al recabar las necesarias 46.000 firmas.

Tras superar algunos obstáculos, como una agresiva campaña pro-eutanasia emprendida por la mayoría de los políticos, el referéndum finalmente se produjo el pasado domingo 23 de noviembre. Resultado: 53% contra la ley de la eutanasia y 47% a favor. 

Ales Primc, director de Voz para los Niños y la Familia, manifestó: «Es un milagro. La cultura de la vida ha derrotado a la cultura de la muerte».

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Como viene explicando Hispanidad, la eutanasia y el suicidio asistido suponen traspasar la frontera ética de que la vida es sagrada y ni uno mismo y ni mucho menos un tercero puede disponer de ella. Esa frontera ética está en la conciencia de todas las personas del mundo. Y por eso es conforme a la ley natural, que dice que hay respetar la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción a la muerte natural.

Y esa frontera ética debería estar reconocida por las leyes: como el ‘no’ a la pena de muerte, al asesinato o al homicidio. Es decir, es la misma razón por la que hay que oponerse también a la pena de muerte, al asesinato o al homicidio: no con un argumento religioso, sino meramente humano y racional.

En los países donde la eutanasia se ha legalizado está ocurriendo que se empieza permitiéndola sólo en casos excepcionales y por voluntad propia, pero se termina aplicándola sin restricciones, a cualquier persona e incluso en contra de su voluntad, y de manera especial a los más débiles y vulnerables: enfermos mentales, ancianos, discapacitados sobre todo intelectuales..., que no pueden defenderse ante la decisión de otros -el Estado, un médico, los jueces, los políticos, sus familiares- sobre sus vidas.

Se trata de un plano inclinado o pendiente deslizante muy difícil de parar que provoca que la vida no tenga ningún valor, especialmente la de los más débiles y vulnerables, y que sea a ellos a quienes se termine aplicando al eutanasia incluso sin su consentimiento.

Cosa que ya se está viendo en algunos países. Por ejemplo, en Países Bajos, donde la eutanasia “está fuera de control” y ya se producen asesinatos clandestinos y negligencias permitidas…