Todo en el ataque al Valle de los Caídos ha sido una muestra de odio a Cristo y otra de cobardía. De cristofobia por parte del Gobierno Sánchez, quien antes de 'resignificar' el Valle de los Caídos, ya había profanando el camposanto, origen de la construcción.
Una cristofobia hipócrita, porque el Valle no era ningún homenaje a Franco, que ni tan siquiera quería ser enterrado allí. El Valle era la cruz cristiana más grande del mundo además de un lugar de concordia para que aquellos que se mataron en vida descansaran juntos tras su muerte, con una abadía de benedictinos que les encomendaban.
• Es más alta que los minaretes de la Gran Mezquita de la Meca.
— Fascista Asintomático (@FAsintomatico) November 2, 2025
• Es 4 veces el Coloso de Rodas y se eleva más que la Acrópolis de Atenas.
• Triplica la altura del Coliseo Romano.
• Mide 100 m más que los Budas de Bāmiyān.
Rt al símbolo más universal de toda la humanidad. pic.twitter.com/6xkyl7XDpY
Cobardía, por parte de los obispos españoles, que permitieron esa profanación, además chulesca, de Pedro Sánchez.
Al final, a cambio de la cabeza del prior Santiago Cantera, otra vergonzosa claudicación, el arzobispo de Madrid, José Cobo, cedió en el llamado proceso de resignificación del Valle de los Caídos en Cuelgamuros. Y en efecto, vaya si lo resignificarán. En 48 horas, un comunicado del conjunto de los obispos españoles desautorizaba a Cobo sin citarlo, pero ya era demasiado tarde.
El proyecto ganador del muy re-significador proceso se llama 'La Base y la Cruz". ¡Ah!, ¿entonces respetan la cruz? No, lo que ocurre es que derribar esa cruz supone una obra de ingeniería de carácter incierto. Se trata de la cruz más grande del mundo que se inserta en la basílica excavada en roca. Así que han decidido mantenerla y encerrar la Basílica entre la roca del monte y un museo de memoria democrática, donde poder insultar a la Iglesia, ya saben, aliada del régimen franquista. Eso sí, aunque el misitro masón Ángel Víctor Torres se empeñó en echar a los benedictinos, no lo ha conseguido. Monseñor Cobo vende esta minucia y el mantenimiento de la cruz como sus dos grandes éxitos... sin comentarios.
¿Esto es lo que pactó Cobo con Bolaños? https://t.co/qXARydQrKQ
— O'Mullony (@OMullony_) November 11, 2025
Y en cuanto a la permanencia de la cruz no se engañen; es que cuesta mucho derribarla.
Casi todo parece perdido pero al menos podemos aprender algo: que los católicos no seamos tan apocados en la próxima ocasión y hagamos frente al masonismo y la cristofobia, que son las marcas del Sanchismo.