Tal y como recogió Hispanidad, el pasado 7 de febrero, un individuo se subió al altar mayor de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, y tiró los seis candelabros y retiró el mantel blanco que lo cubría, antes de que los agentes de seguridad procediesen a su detención.
Antes, en junio de 2023, un individuo de origen polaco profanó el altar mayor de la Basílica de San Pedro al desnudarse y subirse a él. El Vaticano se vio obligado a realizar un acto de desagravio.
Y recientemente, a principios de este mes de octubre, un individuo procedió a orinar sobre el Altar de la Confesión. Este sujeto fue detenido de inmediato por los agentes de seguridad, vestidos de civil, que se encontraban en el templo. El hecho ocurrió "bajo la mirada atónita de cientos de turistas”, según narra El Corriere della Sera.
Lamentablemente, ha vuelto a producirse un incidente en la Basílica, con otro individuo que destruyó las ornamentaciones del altar mayor:
🚨🇻🇦 | BALA: Por tercera vez en 30 días, un inmigrante enfermo mental profanó la Basílica de San Pedro y destruyó las ornamentaciones antes de ser detenido. pic.twitter.com/C7u2fKqk09
— La Derecha Diario (@laderechadiario) November 9, 2025
Así pues, se disparan las profanaciones en la Basílica de San Pedro. Insistimos: ¿No convendría más mano dura o mejorar la seguridad en la Basílica?