Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario Vaticano para las Relaciones con los Estados, afirmó que algunas minorías religiosas, en particular minorías cristianas, se enfrentan “a la extinción” en algunos lugares del mundo, publicó Aciprensa.

Mons. Gallagher hizo esta advertencia en una declaración pronunciada en la ONU. En su discurso recordó que los cristianos “representan el grupo más perseguido a nivel mundial” y lamentó que los perseguidores a menudo “gozan de impunidad”.

“La intolerancia basada en la religión o las creencias conduce a la restricción del derecho a practicar libremente la religión elegida y, en sus formas más extremas, puede causar hostilidad, violencia y crímenes atroces”, denunció. Insistió en que “el desprecio del derecho a la libertad de religión y de creencias conduce a la violación de otros derechos humanos”.

En su discurso se refirió también a la “insidiosa” práctica de la eugenesia como otra forma de discriminación. “Podríamos decir que detrás de las técnicas de procreación artificial y de los aspectos oscuros de los diagnósticos prenatales se esconde a menudo una mentalidad eugenésica, en la que la idea de que hay seres humanos de valor inferior a causa de la discapacidad, el sexo u otros rasgos conduce a menudo a la negación de su derecho a la vida”.

Las monjas Misioneras de la Caridad cuidan a miles de rechazados de la India sin importar el costo

Un ejemplo de esa persecución a los cristianos, a veces sibilina, se dio en la India, cuyo Gobierno nacionalista hindú anunció el pasado 25 de diciembre, día de la Navidad, que se ha “rechazado” la renovación de la licencia para recibir fondos del extranjero de las Misioneras de la Caridad, congregación católica fundada en 1950 por la Madre Teresa de Calcuta, recogió Aciprensa.

La congregación tiene su sede en la ciudad oriental de Calcuta y trabaja en todo el país con algunas de las personas más pobres y desamparadas del país, administrando hospicios, escuelas y hogares para niños abandonados.

El 25 de diciembre, el Ministerio del Interior de la Unión (MHA) informó que se había negado a renovar el registro de las Misioneras de la Caridad bajo la Ley de Regulación de Contribuciones Extranjeras (FCRA) con la excusa de “no cumplir con las condiciones de elegibilidad”.

Según el diario The Hindu, la congregación recibió alrededor de 750 millones de dólares del extranjero en el año fiscal 2020-21.

El fundador del Centro Jesuita Prashant para los Derechos Humanos, Justicia y Paz, padre Cedric Prakash, recordó que “las monjas Misioneras de la Caridad cuidan a miles de rechazados de la India sin importar el costo”, y por tanto, “detener el flujo de fondos hacia ellas, en términos simples, significa privar a los más pobres de los pobres de la India: los seres humanos a quienes nadie cuida”.

La noticia de la prohibición de fondos extranjeros llegó dos semanas después de que la policía de Gujarat comenzara a investigar a las Misioneras de la Caridad por presunta “conversión forzosa” de niñas huérfanas y rescatadas del trabajo infantil, que viven en el hogar gestionado por la congregación de la Madre Teresa de Calcuta en la zona de Makarpura.

La hermana Clarissa, de la casa en Vadodara, dijo a Asia News que está en shock por la denuncia y remarcó que lo señalado “no es cierto en absoluto”.

Solo estaba guiando una oración con un grupo de personas interesadas, como todos los domingos. No obligamos a nadie a venir aquí; sólo estamos practicando los ritos de nuestra religión

También en la India, en el estado de Karnataka, un grupo de hinduistas radicales entró en una sala de oración y secuestró a los fieles que se encontraban en su interior. Ocurrió en la Colonia Maratha, un pueblo del distrito de Belgavi. Los nacionalistas hindúes acusaron al pastor Lema Cherian de organizar actividades de conversión y lo encerraron junto con 30 fieles en una sala y llamaron a la policía, informa Asia News.

El pastor Cherian desmintió que hubiera conversiones forzadas: «Solo estaba guiando una oración con un grupo de personas interesadas, como todos los domingos. No obligamos a nadie a venir aquí; sólo estamos practicando los ritos de nuestra religión».

En diálogo con Asia News, el presidente del Global Council of Indian Christians,Sajan K George, cuenta que: se trata de acusaciones falsas ya habituales, los únicos que recurren a la fuerza son los activistas de la derecha nacionalista, que encerraron al pastor y a los fieles en una sala, cometiendo un delito según el Código Penal indio. En Karnataka, los grupos de derecha se sienten envalentonados con la propuesta presentada por el gobierno local, que quiere reforzar las leyes anti-conversión locales.

Además, en una aldea rural del distrito de Dilai, golpearon a un grupo de mujeres cristianas que se habían reunido para orar. A pesar de que el edificio de culto está reconocido como lugar de oración cristiano, los fundamentalistas atacaron a las fieles y destrozaron la sala.